Los actores-presentadores Sonia Fidalgo, Pedro Durán, y Alberto Rodríguez se asoman cada noche a los hogares de miles de asturianos desde el programa Terapia de Grupo. Este “late-night” se ha convertido en el buque-insignia de la TPA, alcanzando importantes cuotas de audiencia gracias a una original propuesta a base de humor inteligente, actualidad, entrevistas, espectáculo y compromiso con “lo” y el asturiano.
Sonia Fidalgo.- Los dos sois actores de teatro y cine, pero de repente os llega la televisión con un programa como éste, en el que tenéis que hacer de todo… ¿cómo se enfrentan dos actores a esta peculiar Terapia de Grupo?
Alberto Rodríguez.- Como actor, no me considero en exclusiva de ningún tipo de medio. Cuando empecé a estudiar teatro me decían que en los diez primeros años de carrera tiene que intentar actuar mucho, así que en esos años hice comuniones, bodas, payasos, teatro… Cuando me ofrecieron este trabajo simplemente me pareció que era un trabajo -que no es poco- y en él, usando el símil futbolístico, me toca jugar en la posición que me coloque el entrenador… Por suerte Terapia de Grupo lo fuimos haciendo entre todos. Al principio no tenían claro si querían un programa de entrevistas, un programa de humor, o una mezcla de los dos… incluso hay veces que digo que trabajamos en un falso programa del corazón, falso puesto que los personajes no existen más que en nuestro imaginario. Trabajar aquí “me pone mucho” pues no está todo inventado, hay una gran posibilidad de intervención, de creación.
Pedro Durán.- A nivel interpretativo es todo un reto pues tienes que enfrentarte a un buen número de personajes, todos distintos. Incluso tienes que enfrentarte –y a diario-, a algunos a los que tienes cierta antipatía, que no te haces con ellos de una forma tan rápida, pero te ves esclavo de ellos. Una nueva variable, relacionada con el medio televisivo, es que ya no dependes solamente de un director, o de un libreto, sino que dependes de la audiencia, algo que se sitúa por encima de todo lo demás. Decir que dependes de la audiencia es tanto como decir que dependes de la intervención del público. Aunque el trabajo del actor creo también influye en que luego al espectador le guste el personaje.
“en la profesión de actor es importante tener un universo referencial muy grande, tanto de cine, como de literatura, como de gente que no conoces”
Alberto Rodríguez
P. D.- ¿Cómo os ha afectado el éxito de Terapia de Grupo? ¿Creéis que puede encasillaros en ciertos roles?
S.F.- Si me está afectando -que no tengo muy claro que así sea-, no creo que sea en un encasillamiento. De hecho, yo no creo en lo de los encasillamientos, en nuestra profesión tenemos que ser capaces de pegar un taconazo y cambiar el rol. Hace un par de años estaba haciendo un programa cultural como era Transeúntes, y nadie daba un duro por que pudiese ser capaz de hacer un programa de humor, casi ni yo misma. En cuanto a lo de que te reconozcan por la calle, hasta ahora sólo me reconocían quienes ya me conocían previamente. Tom Fernández, el director de la Torre de Suso, nos explicaba por qué escogía Asturias para rodar, y era porque se podía trabajar, porque la gente disfrutaba y compartía con él la ilusión de hacer una película pero no les agobiaba en el rodaje. Asturias en ese sentido es muy cariñosa.
A.R.- Yo coincido con ella y no creo para nada en los encasillamientos. Esto es un trabajo y unas veces te toca meter el gol y otras bajar a defender. Si uno se encasilla es por que le da la gana. Encima es un trabajo breve y no cobramos una pasta gansa, ¡que se entere todo el mundo! Entiendo que alguien que cobre una pasta por hacer un personaje se termine encasillando pues ya depende de él económicamente, pero yo no dependo de ninguno. Hago los que me toca hacer en cada momento, y en este programa llevo más media docena de personajes hechos pero hay otra media que se quedaron en el camino, bien porque no gustaron a la gente, a la cadena o eran políticamente incorrectos… En cuanto a que nos reconozcan, es algo realmente guapo y entrañable.
A.R. ¿Sois del Sporting o del Oviedo?
S.F. Del Sporting… y del Turón!!!
P.D. A mí no me gusta el fútbol, es más, creo que debería desaparecer, pero por simpatía y por un padre que es forofo… diré que del Oviedo.
S.F. Estáis interpretando unos personajes que son referencia para el programa, incluso para la TPA -salvando importantes “shares” de audiencia-, como son “Samba” y “La Marquesina”, un personaje muy dadaísta con bastantes referencias a personajes literarios ¿influyen vuestras lecturas en la preparación de los mismos?
P.D. Bueno… salvamos todo menos el pacto PSOE-IU… En cuanto a las influencias, ayer mismo, preparando mi personaje, estaba pensando en Woody Allen, que aunque sea más conocida su faceta de director de cine, es también un creador literario. Alguno de sus personajes e incluso él como personaje tiene cosas que me recuerdan a “Samba”. Siempre queda algo de bagaje lector, consciente o inconscientemente. Una influencia buscada, consciente, literaria y autóctona es la de los monologuistas asturianos.
A.R. En la profesión de actor es importante tener un universo referencial muy grande, tanto de cine, como de literatura, como de gente que no conoces. Hay personajes que son mímesis de una praxis, imitación de una acción, que fue de donde partí para “La marquesina” y de donde partió seguramente Pedro para “Samba”. Codiciamos lo que está más cerca, tú no puedes hacer a un duque ruso que se va a suicidar pues ni eres duque, ni eres ruso ni tienes experiencia en suicidarte. Mi referencia para la Marquesina fue la de mi abuela Pilar, que era “un poco repunante”. La capacidad del actor es la de acaparar la de todo lo que ves y oyes a diario y sintetizarlo en una manera de contar, de afrontar el personaje. Después, otra buena parte del éxito se debe a un fantástico equipo de guionistas, que ve como respira el personaje y le hace evolucionar.
“Los políticos, los que ahora están y los que están por venir, deberían darse cuenta de los puntos fuertes que toca Terapia de Grupo”
Sonia Fidalgo
P.D. Si Terapia de Grupo fuese un partido político, ¿como convenceríais a los asturianos para que os votasen?
S.F. Los políticos, los que ahora están y los que están por venir, deberían darse cuenta de los puntos fuertes que toca Terapia y una vez comprobados los resultados, intentar aplicarlos. No creo que tengamos que convencer a nadie, ofrecemos una propuesta divertida, que refleja en cierta medida a la sociedad asturiana… el que se sienta reflejado que nos vote.
A.R. Un partido político se sustenta por la cantidad de dinero que tiene y su “pegada” va en función de ello, a base de campañas publicitarias, engaño social… Terapia de grupo no puede competir en igualdad de condiciones económicas, pues la región no puede competir con los grandes monstruos de otras cadenas. Así, si fuera un partido político, no podría competir en igualdades, no podría hacer una campaña enorme y tendría que ir al pueblo llano, y un poco como va Terapia: riéndose del pueblo llano, pues somos pueblo llano y lo fundamental en un humorista es reírse de uno mismo, …bueno, también porque tenemos expresa prohibición de reírnos de los políticos. Francamente: la política me importa un bledo.
A.R. ¿Os gustan más los frisuelos dulces o salados?
P.D. No concibo un frisuelo salado. Me quedo con los dulces.
S.F. A mí me gustan los dos, no tengo ese problema. Pedrín, anímate, voy a hacerte unos frisuelos salados para que los pruebes, mañana te los traigo.
S.F. ¿Hasta qué punto creéis que el expresarse en asturiano en el plató pudo influir en el éxito de Terapia de Grupo, en que el público lo acepte como algo suyo?
P.D. A pesar de las muchas mentiras que se cuentan del asturiano: que nadie lo habla, que es una lengua inventada, etc. Parte del éxito de nuestro programa confirma una vez más que el asturiano es una lengua con historia, con tradición y que mucha gente habla y comprende. A la tele no suelen llegar correos en asturiano, así que una de las cosas que más ilusión me hizo y me hace es recibir un montón de mails escritos en asturiano o en “amestau”. Es de agradecer el esfuerzo que hizo la gente por adaptarse a nuestro código. Insisto en que uno de los éxitos de nuestro programa es que la gente, el público, se vea reflejado en los personajes que representamos. Así, es muy complicado que alguien como “Toño”, el personaje que hace Alberto, hable en castellano. Además, no tiene mucho sentido que en Asturias haya una televisión autonómica y que no esté presente en ella el asturiano. Tendría que reflejar una realidad que existe: en Asturias se habla asturiano.
A.R. Básicamente nosotros lo que hacemos es humor, y en ese sentido no creo que inventemos nada, repetimos un poco el humor de nuestros padres o abuelos, y hablamos como hablan ellos, con una mezcla de castellano y asturiano. Yo no estoy capacitado para hablar en asturiano normalizado, igual que no tendría tampoco referentes culturales para quedarme exclusivamente con el castellano. Así que desde el principio tratamos de introducir un lenguaje más callejero; no tenemos un comportamiento “al uso televisivo”, como pueda ser el de los informativos o el de otros programas, con la utilización de los pretéritos perfectos y de los vocablos puramente castellanos. En un momento en que tuvimos problemas de audiencia, el utilizar ese lenguaje de la calle, sin prescindir del castellano pero incorporando el asturiano, nos vino de maravilla.
“consciente o inconscientemente, en un actor siempre queda algo de su bagaje lector”
Pedro Durán
A.R. Estamos en una revista de bibliotecas y deberíamos dejar a nuestros lectores alguna recomendación literaria, que vean que los actores leemos, y mucho. Las mías podrían ser: El barón rampante de Italo Calvino; El jugador, de Dostoievski; y El hombre que se enamoró de la luna, de Tom Spambauer.
P.D. Diario de una maestra de Dolores Medio, La boda del añu de Ismael García Arias (hay que leer en asturiano) y casi cualquiera de Stephen King. No pienso defenderme por esto pero no puedo resistirme a la trilogía vampírica de Anne Rice (Entrevista con el vampiro, Lestat el vampiro, La reina de los condenados).
S.F. Podría recomendar un buen número de libros, pero destacando alguno, podría citar Seda, de Alessandro Baricco; El rojo y el negro, de Stendhal; el imprescindible cómic Maus de Spiegellman y Literatura para caníbales, del genial Rafael Reig.
A.R. Ya puestos, podríamos finalizar con esos personajes literarios que nos encantaría interpretar, en mi caso, además de Cyrano de Bergerac, sería el del protagonista de El perfume, de Süskind.
P.D. Son muchos los personajes que me gustaría interpretar, y seguramente muchos más teniendo en cuenta la cantidad de personajes literarios que también desconozco, pero uno de ellos podría ser Víctor de Aveyron, el niño salvaje encontrado en un bosque de Francia en el s. XVIII.
S.F. Interpretar para mí es difícil, pero digamos que con la experiencia de interpretar a Xosefa Xovellanos en El chigre, como que tengo bastante… por ahora. Suelo disfrutar más viendo las interpretaciones de mis compañeros. Si alguien no lo ha visto aun, por favor, no se pierdan el Ricardo III de Alberto.
Alberto Rodríguez
(Mieres, 1972) Licenciado en interpretación por el ITAE, completa su formación teatral realizando cursos con, Arnold Talaborelli, Esperanza Abad, Etelvino Vázquez…
Ha colaborado con la práctica totalidad de las compañías de teatro asturiano. Dos veces nominado a los Premios “Asturias” de Teatro, a la tercera, en 2004, obtuvo el Premio al mejor mejor intérprete masculino por su trabajo en el musical Sesfebú, con Konjuro Teatro, el primer musical de producción íntegramente asturiana dirigido por Jorge Moreno. En cine ha participado en películas como Carne de Gallina o la reciente La torre de Suso, en la que da voz al protagonista principal, protagonizando también numerosos cortometrajes. Ya en televisión, comienza su trabajo en la TPA con en el programa Mañana usted madruga y es copresentador de Terapia de Grupo; este año ha participado en una serie parala Paramount Pictures. Combina su trabajo en televisión con el teatro, interpretando durante el último año y con notable éxito al rey Ricardo III en la versión que ha realizado la compañía “Higiénico Papel”.
Sonia Fidalgo
(Gijón, 1975). Diplomada en Relaciones Laborales, muy pronto se vuelca con el mundo de la comunicación, realizando cursos de radio, de arte dramático, y de vídeo y fotografía en la FMCUP, y de doblaje y locución en la Escuela Tallerde Medios de Gijón. Con veinte años entra en el mundo de la televisión como redactora de la productora Videoimagen, sirviendo noticias a cadenas como TVE, Canal+, ETB, TVG o Canal 9; más adelante fue responsable de la Delegación de Informativos de Tele5 para Asturias, Castilla-León y Cantabria. Posteriormente presentó el programa Rumbo a la fama, emitido por televisiones locales de Asturias, León, Cantabria y Galicia. Incorporada a la TPA, presentó el programa cultural Transeúntes, y en la actualidad es la presentadora de Terapia de Grupo. En su trayectoria ha combinado este trabajo en la televisión con la radio, dirigiendo y presentando programas en cadenas como Cadena Ser-Radio Nalón, Radio Voz, y Onda Cero Radio; y con colaboraciones en prensa, siendo redactora de El Comercio, y manteniendo en la actualidad una columna de opinión en La Voz de Asturias.
Pedro Durán
(Oviedo, 1976) Licenciado en Pedagogía. Su formación académica teatral se forjó en la Escuela Municipalde Artes Plásticas y Escénicas de Oviedo a lo largo de cuatro años, y en Madrid, durante dos años en la escuela La Base, para interpretación frente a la cámara. Comoautor de teatro, escribió tres obras para el Grupo de Teatro de la Universidad de Oviedo (GTUO). Como actor profesional trabajó en Teatro Casona, con Andrés Presumido y en Teatro del Norte, con Etelvino Vázquez; e interpretó obras como El arte de destrozar una comedia, Esclavos, Pic-nic, Ceguera de sombras, etc. Realiza también animación a la lectura, con varios espectáculos de cuentacuentos. También ha participado en media docena de cortos y se acaba de estrenar en cine con un pequeño papel en Cenizas del Cielo, la última película de José Luis Quirós. En televisión fue uno de los reporteros del programa Palmo a Palmo, colaboró en Transeúntes y desde sus inicios forma parte del plantel de actores de Terapia de Grupo.
(Publicado en Biblioasturias08)