Domingo Villar
Siruela
445 págs.
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Una mañana el mar lleva hasta la orilla el cadáver de Justo Castelo. Podríamos pensar que era un marinero más al que la mar hubiera arrancado la vida mientras faenaba… pero tiene las manos atadas a la espalda, así que el asunto se complica. No hay testigos, ni rastro de la barca del fallecido y, si alguien sabe algo, nadie quiere hablar mucho.
En esta investigación Domingo Villar vuelve a poner en marcha al inspector Leo Caldas, antihéroe gallego, del que el lector se hace cómplice inmediatamente. Le acompaña también en esta aventura su ayudante, Rafael Estévez, un aragonés en eterna lucha contra su incapacidad para entender la ironía gallega. Caldas es fumador y gran amante del vino blanco, así que entre él y su ayudante nos pasean arriba y abajo por las calles de Vigo hasta que, a medida que vamos leyendo, empieza a oler a Albariño, a lacón con grelos, a pulpo a feira y a pimientos de Padrón. Los guiños gastronómicos y el ambiente marinero nos adentran en un escenario un poco insólito: Galicia como testigo mudo de lo que tuvo que ser un asesinato…..¿o no?
Y por si fuera poco que nos lleve de viaje a Galicia con todos los sentidos, hay que destacar la enorme humanidad de los personajes que construye Domingo Villar, que se meten al lector en el bolsillo desde la primera página. No en vano, Domingo Villar escribe originalmente en gallego y luego él mismo hace la traducción al castellano. Solamente así podría atrapar, como lo hace en esta brillante novela, toda la poesía del alma gallega.
Domingo Villar (Vigo 1971). Afincado en Madrid, ha ejercido como guionista de cine y televisión. Desde hace años es crítico gastronómico y tertuliano de libros y fútbol en una emisora de radio nacional. Es también colaborador habitual de diversas publicaciones escritas.
Con su primera novela Ojos de agua, obtuvo el I Premio Sintagma, el Premio Brigada 21 y el Premio Frei Martín Sarmiento, y fue finalista en dos categorías de los Crime Thiller Awards en Reino Unido. Hasta la fecha ha sido traducido a seis idiomas .
En 2014 se llevó a cabo el rodaje de la versión cinematográfica de La playa de los ahogados, en diferentes localizaciones de las Rías Gallegas (Panxón, Vigo), bajo la dirección de Gerardo Herrero y con Carmelo Gómez en el papel de Leo Caldas.