Rafael Chirbes, un escritor de culto en la Biblioteca de Asturias

El escritor valenciano Rafael Chirbes participó el Día del Libro en un encuentro organizado por la Asociación de Amigos de la Biblioteca de Asturias. El acto, presentado por Moisés Mori, contó con la participación activa de los componentes de los clubes de lectura de la biblioteca y de su coordinador, Fernando Menéndez. Chirbes pasa por ser uno de los más importantes escritores españoles de la actualidad, que cuenta con un público fiel, que sigue cada uno de sus títulos publicados. Con su novela Crematorio ha alcanzado el Premio Nacional de la Crítica 2007, recibiendo también por esta obra el Premio Cálamo y el Premio Dulce Chacón. Desde su debut en 1988 con Mimoun (Finalista del Premio Herralde de ese año), ha publicado una docena de títulos, editadas en su práctica totalidad por Anagrama.

“Mi dignidad como persona es mantener al mal a la puerta de tu casa al menos por medio segundo” dijo Rafael Chirbes ante un salón de actos repleto de personas que no se quisieron perder el encuentro en la Biblioteca de Asturias con uno de los escritores españoles de culto. Después de una emotiva presentación a cargo de Moisés Mori, Chirbes entabló un diálogo con los asistentes y fue respondiendo preguntas con simpatía y locuacidad.

Rafael Chirbes es uno de esos escritores que, sin hacer ruido, ha cosechado un gran número de sinceros admiradores. Su obra es la de un novelista inmerso de lleno únicamente en la literatura, ajeno al mundillo y a los medios de comunicación y capaz de guardar en el cajón originales que entusiasmaban a sus editores. Últimamente se le ha relacionado con la televisión, ya que su novela Crematorio ha sido llevada a la pequeña pantalla en 2011 en una miniserie de ocho capítulos de Canal Plus, con Pepe Sancho como protagonista. Chirbes no perdió la oportunidad de hablar en la Biblioteca de Asturias de esta adaptación, de la aseguró no estar descontento, aunque la considera una versión “demasiado policíaca”. “Crematorio es una novela que tenía que sustentarse sobre la trama del lenguaje para que este muestre las tensiones que la sociedad implanta” afirmó el escritor.

El autor de La larga marcha cuenta con una literatura implacable y sin artificios, que se sitúa al margen de tendencias pero en la tradición de la mejor narrativa española y está básicamente dedicada a entender el presente que estamos viviendo. “La novela me cuenta mi tiempo, un narrador debe meter el bisturí en lo que ese tiempo aún no ha resuelto. El salto atrás en la historia sólo nos sirve si funciona como boomerang que nos ayuda a descifrar los materiales con que se está construyendo el presente” comentó a los asistentes

En este encuentro con los clubes de lectura de la biblioteca, Chirbes también aprovechó para aclarar por qué es tan crítico en sus escritos con la generación posterior a la guerra. “Ellos tuvieron en sus manos las posibilidades de hacer las cosas por lo que los primeros habían luchado hasta el extremo de entregar sus vidas” explicó el escritor valenciano.

(26 de abril de 2012)