Nombre y apellidos: María José Ortiz Noriega
Nombre de la biblioteca: Biblioteca Pública Municipal “Aquilino de la Torre”
Localidad: Blimea (San Martín del Rey Aurelio)
Número de habitantes de dicha localidad: 3.597
¿Cuántos años llevas trabajando como bibliotecaria? ¿Y en esta biblioteca?
Desde el año 1991. Siempre trabajé en esta biblioteca, salvo algunas excepciones, para sustituir a mis compañeras en las bibliotecas de L’Entregu y Sotrondio.
¿Y desde cuando está funcionando esta biblioteca?
Desde el año 1987.
¿Qué te atraía de esta profesión?
El gusto por los libros y la lectura. Yo estudié Geografía e Historia, esa carrera de Humanidades que te da una formación y unos conocimientos universales y que encaja muy bien en las bibliotecas. Tras unos años impartiendo clases de Llingua Asturiana p’adultos y de preparar oposiciones a la enseñanza, con muchos opositores y muy pocas plazas, vi un anuncio en el periódico en el que salía una plaza de bibliotecario para el Ayuntamiento de San Martín del Rey Aurelio a media jornada y para tres meses. Con la ayuda de Marta, bibliotecaria en aquellos tiempos en Llangréu y de Juan, bibliotecario de Llaviana, ahí que me sumergí en el mundo de la catalogación, de la CDU., de los Encabezamientos de materias… Gracias a ellos y a las ganas que pusieron en ayudarme, puedo decir que conseguí mi propósito. Eso sí, con mucha ilusión por mi parte y dedicándole muchas horas. Tenía que conseguir esa plaza. Estuve unos años como interina y en el año 1996 saqué la oposición.
Puedo decir que desde el primer momento me entusiasmó mi profesión. Como encargada de una biblioteca pequeña realizas muchas y diversas tareas; desde el trabajo administrativo, hasta la selección y compra de libros, la edición de boletines de novedades, las visitas escolares y el trato con niños, jóvenes y adultos, que a lo largo de los años, forman parte de mi vida.
¿Con qué libros te aficionaste a la lectura? ¿Cuáles son tus escritores favoritos?
Desde muy pequeña recuerdo a mi madre y a mis tías narrándonos cuentos, historias, romances. A mi madre, leyéndome en voz alta las cartas que llegaban de la familia. A ella, tan creativa, la recuerdo inventando cuentos e historias, siempre con alguna moraleja.
Mis primeras lecturas fueron los cuentos troquelados que aún conservo y que traían sus accesorios: el farolillo de Mariuca la castañera, el cántaro de miel de Caperucita, la escoba de La ratita presumida…Después vinieron los Zipi y Zape y las revistas de Superlily y Esther y su mundo que compraba en el kiosko los domingos. También recuerdo comprarlos en la estación de ferrocarril de El Berrón, donde hacíamos trasbordo para ir a Vidiago. Me veo devorándolos ya en el tren. Los libros de Enyd Blyton: Los cinco y El club de los siete secretos nos hacían volar la imaginación y con mis amigas también teníamos un club y hasta un perro. Mujercitas y Aquellas mujercitas los leí varias veces. Un libro que me marcó fue El diario de Ana Frank.
Es difícil hablar de mis escritores favoritos. Son muchos y depende un poco del momento. Son siempre escritores muy pegados a las emociones y que me ayudan a repensarme a mí misma.
Me gusta mucho la poesía de la Generación del 50, Gil de Biezma y nuestro Ángel González, del que me sé poesías de memoria y que siempre me acompaña. Leo a Joan Margarit que dice que sin la poesía, el hombre se encuentra a la intemperie.
En su momento, leí mucho a Gabriel García Márquez, a José Luis Sampedro, Almudena Grandes y Rosa Montero están entre mis favoritas. Patria de Fernando Aramburu me impactó en su momento, quizás por mi familia vasca. De lo último que leí me gustó mucho La trenza de Laetitia Colombani y El infinito en un junco de Irene Vallejo.
Y de Asturias, Xuan Bello y su Hestoria universal de Paniceiros que te mete en gana de escribir tu propia historia, tu propia memoria. La poesía de Lurdes Álvarez, primera mujer Premiu Nacional de Lliteratura Asturiana. De nuestro concejo, la escritora Vanessa Gutiérrez y dos autores de la zona oriental, Concha Quintana y Pablo Ardisana. Y muchos puntos suspensivos, en este caso muy significativos porque representan a autores que van conmigo a lo largo de mi vida.
Quisiera desde aquí recordar a Xosé Bolado, autor de la Antoloxía poética del Resurdimientu, filólogo y estudioso de la llingua y la literatura en asturiano, poeta y crítico literario y al que se dedicó este año la Selmana de les Lletres Asturianes con el lema: “Que les nubes espandan la to voz”. Tuve la gran suerte de que fuera mi profesor de Lliteratura en la UABRA (Universidá Asturiana de Branu). Ponía y transmitía tanta pasión que, aún hoy, recuerdo su voz leyendo y analizando la obra de nuestros poetas. Sus clases estaban cargadas de sensibilidad. Imposible no quererlo.
¿Qué destacarías de la biblioteca?
La Biblioteca de Blimea está muy bien situada, en el centro del pueblo, en la planta baja del Centro Social, con su plazoleta para jugar y su parque infantil. Tiene un rincón para los más pequeños y las propias estanterías van haciendo rincones para los distintos usos: publicaciones periódicas, ordenadores, zona de estudio, trabajos….
La biblioteca dispone de una buena colección y se facilita a los usuarios el acceso a otros libros de las bibliotecas del concejo.
¿Qué perfiles de usuarios recibe? ¿Qué demandan principalmente los usuarios?
La biblioteca recibe usuarios de todas las edades. Por un lado, están los más pequeños, que vienen a leer cuentos con sus padres o abuelos y que les gusta rebuscar entre las estanterías y cajones y muchas veces vuelven a llevar el mismo libro porque lo conocen, se identifican con él y ya se lo saben de memoria. Después está el público infantil que vienen a hacer trabajos de clase, a los ordenadores, a hacer los deberes y también se acercan a llevar algún libro de las colecciones que tenemos para ellos. Los jóvenes vienen a estudiar y a los ordenadores y también en busca de libros que tienen que leer para el colegio o el instituto. Para ellos, siempre tenemos algún libro que está de moda en el momento. Así con todo, cuesta engancharlos al tipo de lectura tradicional en papel, ellos ya son más de pantallas, imágenes, comics; lecturas más fácilmente digeribles. Y después, están los adultos, mayoritariamente mujeres, que vienen buscando las últimas novedades, principalmente novelas y que acuden a la biblioteca todas las semanas.
Principalmente demandan el préstamo de libros, están muy contentos con el préstamo interbibliotecario, la información bibliográfica, el uso de Internet y las actividades de animación lectora.
¿Aconsejas lecturas a tus usuarios?
Sí, en estas bibliotecas pequeñas, una de las funciones más importantes es el asesoramiento en la lectura, aconsejando y animando a leer, según los gustos de cada uno. Eso sí, siempre de una manera discreta y dejando total libertad. Después de tantos años ya los vas conociendo y ellos también te comentan su experiencia lectora. No cabe duda de que cuando conoces lo que leen, también los conoces cómo son. Los libros que lees, hablan de ti.
No cabe duda de que cuando conoces lo que leen, también los conoces cómo son. Los libros que lees, hablan de ti
Además de los servicios propios de la biblioteca (consulta, préstamo, información bibliográfica, etc.) ¿qué actividades suelen organizarse en la biblioteca?
A lo largo de los años han sido muchas las actividades programadas. Recuerdo con especial cariño, las fiestas del libro que se organizaban junto con el Colegio El Parque, comerciantes y asociaciones, con juegos, exposiciones de libros en los comercios, mercadillo y salida a la calle de la biblioteca.
Les Xornaes de Lliteratura Asturiana también fueron muy gratificantes. Una cita cultural que se celebraba en el mes de noviembre y por las que pasaron los mayores expertos en llingua asturiana: escritores, poetas, editores, sociólogos, filólogos…
Seguimos organizando actividades en torno al Día del Libro con cuentacuentos y visitas escolares, que es de las tareas más gratificantes como bibliotecaria. El día que vienen a la biblioteca todos los alumnos de infantil del Colegio El Parque es una gran fiesta, por su colorido, sus caras expectantes y la alegría que traen a la biblioteca.
También hacemos exposiciones de libros con motivo de algún premio, alguna efeméride y por la Selmana de les Lletres Asturianes para dar a conocer a los autores locales.
En la Biblioteca de L’Entregu tenemos un club de lectura al que acuden usuarios de todo el municipio.
¿Cuáles dirías que son las principales carencias de la biblioteca?
En la biblioteca de Blimea, fundamentalmente falta espacio para los libros y espacio para poder tener zonas diferenciadas para los distintos usos de la biblioteca. Un problema grande es la falta de personal. Es insostenible que una sola persona lleve la biblioteca, con los consiguientes problemas de cierre por bajas, permisos… Con más personal se podrían tener unos horarios más amplios y la biblioteca se podría adaptar a las nuevas necesidades de los usuarios. Por supuesto, con personal cualificado.
¿Hasta qué punto la localidad en la que está ubicada, y la población que hace uso de ella, ha condicionado las actividades que se organizan?
Las actividades se organizan siempre en colaboración con el Colegio El Parque, mediante visitas y cuentacuentos con invitaciones que se envían desde la biblioteca.
No cabe duda que nuestro entorno minero lo empapa todo. Y así, en el año 2010, realizamos una Ruta Literaria por los castilletes de L’Entregu en la que participaron autores locales y en cada castillete se leía un poema o una narración. La ruta finalizó en la Casa de la Cultura donde tuvimos un concierto muy emotivo de Chus Pedro (Nuberu) y Gabino Antuña al piano, con canciones de mina. Todo ello quedó plasmado en un pequeño libro con fotos y poemas maravillosos titulado Letras a la sombra del castillete” / “Lletres a la solombra’l castillete. Ruta turístico-literaria por los castilletes del Pozu Entrego, Pozu Sorriego y Pozu San Vicente en homenaje a la presencia de un mundo que muere.
¿Hay alguna actividad que te haya producido especial satisfacción por la acogida que tuvo?
Esta última actividad me pareció una idea brillante que unió: lectores, bibliotecarias, escritores, artistas, música, senderismo, patrimonio industrial y cultura.
Y si tengo que destacar algo, no puedo pasar sin hablar de los inicios de la pandemia, cuando dos bibliotecarias intrépidas se preguntaban qué podían hacer para llegar a los usuarios, para calmarles en esos momentos de incertidumbre y de miedo y para ser una ventana a la cultura y a la esperanza. Y ahí nos lanzamos Enedina y yo a grabar videos para niños y mayores, en castellano y en asturiano, con autores clásicos , actuales y del municipio, consiguiendo llegar no sólo a nuestro usuarios, sino a un montón de gente, que aún hoy nos felicitan por aquel trabajo que hicimos con un simple móvil y con toda la ilusión del mundo. Y ahí están los videos que se pueden ver en el canal de Youtube del Ayuntamiento de San Martín del Rey Aurelio y en el Facebook de la bibliotecas.
A lo largo de tu trayectoria, ¿qué persona o personas (usuarios, visitantes ilustres, etc.) te han llamado la atención?
No podría decir. En el momento en que alguien entra por la puerta de la biblioteca nuestra función es ayudarle en su búsqueda de información, asesorarle en la lectura y, muchas veces, escuchar y empatizar con ellos. Todo junto, va forjando unas relaciones que me llevan a decir que en Blimea no dejo usuarios, dejo amigos.
Recuerdo a Alfonso Zapico (Premio Nacional de Comic) de pequeñín. Venía todos los días a la biblio en busca de sus comics. De su afición tan temprana hizo su trabajo y su vida. Y hoy, lleva el nombre de Blimea por todo el mundo.
Recuerdo con especial emoción a los niños que hoy ya son mayores y que vienen con sus hijos a la biblioteca. Y a los mayores que ya no están, cada uno con sus peculiaridades, y que venían cada día a leer el periódico y las revistas y encontraban en la biblioteca un lugar tranquilo para pasar la mañana.
¿Hay algún proyecto que aún no hayas podido realizar y que tengas siempre en mente? ¿Cuál es y en qué consistiría?
Creo que la biblioteca debería estar en un espacio más amplio donde se pudieran integrar otros servicios públicos del Ayuntamiento, como el Telecentro, la Oficina de Normalización Llingüística, oficina para Servicios Sociales, aulas para asociaciones, talleres…Con esto se racionalizarían los gastos de mantenimiento y personal, se podrían tener horarios más amplios y ayudaría a crear esa idea de casa común. Pero para ello, se necesitarían presupuestos y personal cualificado y estable.
Creo que la biblioteca debería estar en un espacio más amplio donde se pudieran integrar otros servicios públicos del Ayuntamiento
¿Mantienes contacto habitual con tus compañeros de la Red de Bibliotecas? ¿Por qué canales?
Sí, a través del teléfono, correo electrónico, el programa de gestión bibliotecaria Absysnet y redes sociales. Los encuentros con escritores o los Premios Princesa de Asturias son eventos en los que nos encontramos personalmente y siempre son gratificantes.
Echamos en falta los encuentros bibliotecarios que organizaba la Sección de Coordinación bibliotecaria con Carmen Prieto a la cabeza donde aprendías, compartías problemas y encontrabas soluciones con otros compañeros. Estos encuentros eran muy necesarios porque el trabajo en la biblioteca es un poco solitario y el contacto con otros compañeros enriquece y da ánimos.
¿Sientes que tu trabajo es valorado?
Me siento valorada en mi trabajo por los usuarios de la biblioteca, que son los que en realidad me importan. Siempre fui muy bien recibida y respetada en Blimea. Por eso marcho contenta dejando, ya digo, más que usuarios, amigos. Espero haber contribuido a llenar de lecturas y de sueños a los que se acercaron a la biblioteca.
Marcho contenta dejando, ya digo, más que usuarios, amigos. Espero haber contribuido a llenar de lecturas y de sueños a los que se acercaron a la biblioteca
¿Como has ido viendo la evolución que ha ido sufriendo la profesión en estos años?
La llegada del mundo digital fue una auténtica revolución para las bibliotecas. Todavía me veo escribiendo fichas de catalogación a lápiz y con máquina de escribir y ordenándolas en los catálogos. Buscando información en las enciclopedias y lo dificultoso que se hacía la búsqueda de un libro. Ahora todo lo tenemos en un clic. Y es aquí donde el papel del bibliotecario, como técnico y gestor de la información, es fundamental para ayudar a los usuarios a discernir entre la información real y la información interesada o falsa. Fue necesario un gran esfuerzo para ponerse al día.
¿Sigues manteniendo la ilusión y la vocación que te atrajo hasta la profesión de bibliotecaria?
Siempre con ilusión por las novedades literarias, por la compra de libros, por los autores nuevos, por las visitas escolares, por los libros que te marcan a ti y marcan a los usuarios. Siempre viendo el lado positivo. La verdad es que no encuentro mejor profesión: por los libros, por los niños, por mi compañera de trabajo y de vida Enedina Suárez Laviana y por la empatía con la gente.
Personalmente, y con la experiencia adquirida en este tiempo, ¿qué cosas cambiarías en caso de poder?
Me gustaría que las bibliotecas llegasen a más gente, que fuesen no sólo centros de lectura y de estudio, sino espacios atractivos y agradables donde la gente pudiese compartir aficiones y gustos en torno a la cultura. Pero, para esto, sería necesario un presupuesto mayor y, por supuesto, personal cualificado.
Me gustaría terminar recordando a tantas personas que pasasteis por mi vida como bibliotecaria. Porque eso fue mi trabajo: mi vida. A los compañeros y compañeras de la Sección de Bibliotecas con Ana Cámara al frente, a mi compañera de trabajo y de vida, Enedina, con la que fue muy fácil trabajar. Siempre digo que “lo que una proponía, la otra lo aplaudía”. Y, cómo no, a Carmen Prieto, que en mis inicios como bibliotecaria y a lo largo de los años, siempre que descolgaba el teléfono, encontraba una voz amiga. Más que jefa era una más de nosotros.
Y a los vecinos de Blimea y de San Martín del Rey Aurelio, municipio que siento como mío. Espero haber estado a la altura.
(12 de mayo de 2023)