La invención de Hugo
Martin Scorsese
Paramount, 2012
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Sinopsis:
La primera incursión en el 3D del director Martin Scorsese es una cinta de aventuras basada en el libro infantil de Brian Selznick, que tiene como protagonista a un niño huérfano, Hugo Cabret, que vive en una estación de París. Ambientada en los años 30, en su aventura le acompañará una joven excéntrica y se cruzará con una serie de variopintos personajes.
Comentario:
Apabullante homenaje de Martin Scorsese al nacimiento del Cine, este Arte que tanto amamos como maquinaria generadora de sueños. Un tremendo, emocionante viaje del que lamentablemente hay que volver cuando finaliza la proyección. La capacidad del director para articular este gigantesco armatoste destinado a invitarnos a volar a un mundo casi olvidado por la mayoría del público es realmente impactante, por su maravilloso sentido visual y por el coraje que demuestra al sostener un ritmo que en ocasiones roza el estancamiento, arriesgándose a que el fondo trabe la forma de un conjunto que acumula guiños y referencias articulados en un imaginativo y casi ingenuo delirio ─emocionante en grado sumo, pero delirio─ sensorial. Una delicia para cinéfilos empedernidos, para neófitos, para pequeños y mayores, para todos. Con una dirección artística apabullante, una banda sonora casi constante y perfecta ─enorme Howard Shore─, una fotografía deliciosa y un montaje a veces difícil de creer por su planificación, “La invención de Hugo” regala dos horas de magia en estado puro en las que, entre otras cosas, podemos deslumbrarnos ante el mejor homenaje jamás rodado a la llegada del tren a la estación de la villa de Ciotat, un increíble paseo por los tiempos de Méliès de la mano de un arrebatador Ben Kingsley o rememorar los aromas del cine de Chaplin en la relación del joven protagonista con un espectacular Sacha Baron Cohen. Y además en un estupendo 3D, herramienta ya prácticamente desvirtuada por su abuso comercial pero que en realidad nació con la intención de garantizar que la fantasía nos envolviera completamente en la oscuridad de una sala de proyección.
(José Arce, en Labutaca.net)