En la primera década del siglo pasado Eduardo Sánchez Escalante, un emigrante enriquecido en Cuba, emprendería la construcción de una casa-palacio en su Colombres natal para una de sus hijas. Posiblemente nunca imaginó que, casi 100 años después, la conocida como “Casa de Piedra” se convertiría en un centro municipal que acoge entre sus gruesas paredes varios servicios socioculturales.
El 14 de junio de 2004 se inauguraba la Casa Municipal de Cultura “Casa de Piedra” con el objetivo de convertirse en un equipamiento canalizador de las propuestas e iniciativas de expresión sociocultural en el municipio y como base para el desarrollo cultural del mismo. Ya el momento de su concepción uno de los elementos definitorios del centro fue la compactación de servicios, por lo que la biblioteca municipal, el telecentro (ahora CDTL), la sala municipal de exposiciones, el archivo histórico municipal y diversos espacios polivalentes para cursos y otras actividades se integraron en el mismo desde su inauguración. Esta fórmula de gestión supondría un mejor aprovechamiento de los recursos, una sustancial ampliación en los horarios de apertura, una mayor coordinación de los servicios y una nueva oferta de actividades.
La Biblioteca Municipal “Iñigo Noriega Laso” (BMIL) fue creada en los años 60 en un espacio creado para tal fin en la planta superior de unos locales de propiedad municipal donde permaneció hasta su traslado a su actual ubicación. El lugar escogido para ella fue la planta baja de la “Casa de Piedra”, una edificación de tres plantas y bajo cubierta, con un amplio jardín rodeando todo su perímetro. La estructura del edificio, restaurado procurando respetar su configuración original, ha obligado a distribuir los servicios bibliotecarios en diferentes espacios, una sala con la colección de adultos y consulta, una sala infantil y juvenil, un pequeño espacio para el fondo asturiano y la zona de recepción, préstamo, hemeroteca y referencia que se encuentra en el hall del edificio dando servicio a otros recursos del centro, de esta forma el personal bibliotecario puede hacer además la tarea de recepción y atención al público de todo el equipamiento cultural. A esto habría que sumar la existencia de una sala de estudio situada en la primera planta. De forma individualizada los espacios no son excesivamente grandes, pero en conjunto resultan suficientes para dar un correcto servicio a la demanda habitual. Además hay que tener presente que la total integración, espacial y de gestión, de la biblioteca en la Casa de Cultura le permite la utilización de las salas polivalentes, las salas de exposiciones, el telecentro o incluso los jardines para distintas actividades que lo puedan requerir.
La biblioteca cuenta en la actualidad con unos 7.200 volúmenes bibliográficos en sala, a los que hay que sumar un fondo bastante voluminoso, en su mayor parte procedente de donaciones, que actualmente se encuentra en el depósito y pasará a disposición de los usuarios una vez esté concluido el proceso de informatización, proyecto en el que nos encontramos trabajando actualmente. Una de las demandas más repetidas por nuestros usuarios era la disposición de un fondo audiovisual, por lo que desde hace algunos meses la BMIL está enriqueciendo sus fondos con documentos en dicho soporte, sobre todo cine en formato DVD. Hecho que ha servido de incentivo para que nuevos usuarios se acerquen y conozcan nuestros recursos, lo que ha supuesto un importante incremento en los usos y en el número de socios. Otro de los proyectos que nos ocupa es la integración de la biblioteca en la plataforma www.bibliotecaspublicas.es, del Ministerio de Cultura, en lo que será la sede web del centro bibliotecario y en la que se ofrecerán distintos servicios.
Nuestra biblioteca, dentro del Plan de Fomento de la Lectura, ha puesto en marcha diversas propuestas: concursos de cuentos infantiles, talleres de lectura para niños y adultos, conferencias, cuentacuentos, cursos de formación de usuarios, presentación de publicaciones, exposiciones, proyectos de colaboración con el centro escolar, salidas al exterior, selección de libros para personas mayores… y otras muchas actividades todas ellas encaminadas al acercamiento de los usuarios al libro y a nuestro centro. Además suele participar en distintas propuestas emanadas desde otras instituciones o entidades que puedan redundar en la consecución de los objetivos marcados.
En definitiva, la BMIL es uno de nuestros más importantes recursos culturales que trabaja a diario con el fin de, como nos proponíamos al inaugurar el centro, “hacer de la Casa de Piedra un centro sociocultural vivo que cumple los cometidos para los que fue creado”.
(Publicado en Biblioasturias10)