Biblioteca de Teverga

Teverga es uno de los municipios asturianos que mayores atractivos puede ofrecer al visitante, entre ellos puede estar el descubrir su biblioteca, ejemplo de biblioteca rural y Refugio para caminantes de páginas, así la denomina su bibliotecario, José Antonio Fernández, que nos deja un texto de invitación a su visita…

“Nada mejor para comenzar este escrito que hacerlo recordando a los verdaderos protagonistas de esta historia que son los lectores. Cómplices imprescindibles que hacen posible que los libros cobren vida  en sus manos. Para describir esta relación de complicidad que nace entre libro y lector, nada mejor que repetir las palabras que Carlos Ruiz Zafón, autor del libro “La sombra del viento”, pone en boca del librero Sempere cuando se lo  explica a su hijo Daniel, en el Cementerio de los libros olvidados:

Cada libro, cada tomo que ves, tiene alma. El alma de quien lo escribió, y el alma de quienes lo leyeron y vivieron y soñaron con él. Cada vez que un libro cambia de manos, cada vez que alguien desliza la mirada por sus páginas, su espíritu crece y se hace más fuerte… En este lugar, los libros que se han perdido en el tiempo, viven para siempre, esperando llegar algún día a las manos de un nuevo lector, de un nuevo espíritu…

 

Nuestro “refugio” fue inaugurado el día 24 de noviembre de 1954, en un pequeño local sito en los bajos del grupo escolar de San Martín. A partir de entonces, los teverganos ya tenían la posibilidad de llevarse a casa libros para leer; aunque fuera pagando, porque se fijó una cuota mensual de cuatro pesetas. Una cantidad elevadísima, si tenemos en cuenta que en el resto de bibliotecas de Asturias, las cuotas establecidas eran de cinco ó seis pesetas anuales. El cobro de estas cuotas siempre originó muchos inconvenientes hasta su desaparición, en 1972, cuando se decretó la gratuidad del servicio de préstamo bibliotecario.

En el año 1984, comienza la relación de D. Manuel Lombardero Suárez, tevergano de pro, con nuestra biblioteca. Desde entonces, nos ha donado un total de 4.554 volúmenes, que están  registrados, por expreso deseo suyo, con el nombre de “Legado Sandalio Suárez”. Aprovechamos esta oportunidad para resaltar y agradecer su generosidad en favor de la lectura popular en Teverga.

La biblioteca se cerró provisionalmente, del  11 de mayo al 6 de junio de 1987, para proceder a organizar su traslado a la primera planta de la recién construida Casa de la Cultura. Gracias a este traslado, la biblioteca experimentó un incremento espectacular en su actividad; tanto en número de socios como en número de préstamos.

El año 1992 también es importante para la pequeña historia de la biblioteca porque entre los acuerdos adoptados por el Ayuntamiento, en la sesión plenaria del 31 de enero, se dice textualmente: “Sobre la designación de nombre propio a la biblioteca, por unanimidad de los miembros asistentes, se acuerda aceptar la propuesta del encargado y designar oficialmente a la Biblioteca Pública de Teverga con el nombre de Sandalio Suárez.” También recordamos con dolor este año de 1992 por ser entonces cuando se cerró la empresa minera HULLASA, principal fuente de ingresos y de puestos de trabajo para los teverganos.

Entre libros y autores; entre lecturas y lectores; leyendo… leyendo… hemos llegado al año 2004. El año del cincuentenario. Hemos editado un pequeño libro, donde se recoge la pequeña historia de nuestra biblioteca en sus primeros cincuenta años de vida.
A partir del mes de octubre de 2007 ofrecemos nuestros servicios, también, en internet. Puedes visitarnos en: http://www.bibliotecaspublicas.es/teverga. El pasado año tuvimos un total de 4.792 usuarios que realizaron 2.871 préstamos, a los que deben añadirse casi cuatrocientos préstamos más de su Biblioteca móvil, original servicio que desarrollamos en colaboración con la Mancomunidad de Concejos “Valles del Oso” dentro del programa “Rompiendo distancias”, con el objeto de acercar la lectura a personas con dificultades para acceder a la biblioteca.

Desde que a finales de 1954 la biblioteca diera sus primeros pasos -mejor dicho, sus primeras lecturas-, son muchos los libros que han salido de sus puertas para cobrar vida en la imaginación de los lectores, quienes disfrutaron de unos momentos tan íntimos como intensos. Disfrutando de un amanecer en altamar, contemplando el arco iris desde un globo, admirando una puesta de sol en el desierto… en fin, leyendo. Gracias a la llave de la lectura, podemos abrir la puerta que nos permite introducirnos en el libro y adentrarnos en su interior, siguiendo el hilo de la lectura con la misma emoción que Dorothy seguía el camino de ladrillos amarillos. Cabalgando de renglón en renglón, cual caballero andante en pos dela aventura. Surcandoansioso las páginas, al igual que John Silver surcaba los mares en busca del ansiado tesoro. Viajando ilusionado de hoja en hoja, como lo hiciera El Principito de asteroide en asteroide con la esperanza de encontrar un amigo… Como lo hacemos todos cuando acudimos a la biblioteca buscando, de estantería en estantería, ese libro que se convierta en nuestro amigo y comparta con nosotros su historia.”

(Publicado en Biblioasturias12)

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Sobre el autor

Red de Bibliotecas Públicas del Pdo. de Asturias