Estamos sin duda alguna ante la autora más joven que hayamos podido entrevistar para nuestra revista, y es que Andrea Abello Collados (Mieres, 1997) seguro que también es la autora asturiana más joven que haya visto publicada su primera obra a nivel nacional, de la mano de SM, una de las editoriales más prestigiosas de la literatura infantil y juvenil.
Andrea irrumpe en el panorama literario alcanzando el galardón más importante de la literatura joven de nuestro país: el Premio Nacional de Literatura para jóvenes Sierra i Fabra, en su edición de 2013. Su novela Fundido a blanco, que ya está disponible en las librerías de toda España, ha sido seleccionada por un Jurado formado por expertos en literatura infantil y juvenil entre los 111 originales recibidos a concurso, por ser “una obra de ciencia ficción con un leve acento distópico que parte de una idea muy original. La trama es excelente, con buen ritmo, bien escrita y llena de intriga, con una historia de amor de trasfondo que no cae en cursilerías ni sensiblerías vacías y acción intensa”.
Andrea Abello, que escribió su novela cuando contaba quince años, recibió el premio de manos de la Princesa Leticia en un emotivo acto de entrega celebrado el pasado 9 de abril, en la Real Casa de Correos de Madrid. En su formación literaria, tanto lectora como escritora, han jugado un importante papel nuestras bibliotecas, en particular la Biblioteca Pública de Mieres y su taller de creación literaria.
Con apenas 16 años acabas de ver publicado tu primer libro, de la mano de SM, disponible en las librerías de toda España… ¿habías llegado a soñar algo así?
No, la verdad es que ha sido toda una sorpresa. Cuando me presenté al concurso lo hice más como un reto personal, ya que nunca había sido capaz de terminar una novela, además de por la crítica que envían a cada participante. Ni mucho menos aspiraba a ganar.
Irrumpes en el mundo literario con el aval más importante para una escritora joven, el Premio Nacional Sierra i Fabra, ¿cómo viviste la notificación de su concesión?
Estaba en Holanda, gracias al programa Comenius de intercambio, saliendo de clase de Química. Debí darles un susto muy grande a mis compañeros holandeses, porque me vieron hablando en español muy deprisa, muy emocionada y nerviosa, y acto seguido salir corriendo porque se me había cortado la llamada. Estar tan lejos de casa lo hizo todo mucho más especial, sobre todo cuando llamé a mis padres por teléfono, y me sentí muy agradecida por toda la calidez que recibí de mi familia y amigos en ambos lugares.
En internet pueden verse imágenes de esa ceremonia de entrega, de la mano de la Princesa Letizia y rodeada de destacados escritores, ¿se imaginaba algo así?
Para nada. Estaba muy nerviosa, y no podría haberme imaginado lo fantástico que fue todo y lo arropada y cómoda que me sentí allí. La amabilidad con que me trataron lo hizo todo muy fácil, y es una de esas experiencias que no se olvidan.
me gustaría dedicarme a la escritura, aunque soy plenamente consciente de que no es fácil vivir de ello”
Sierra i Fabra es toda una referencia en la literatura infantil y juvenil, ¿tuvo la oportunidad de hablar con él sobre su obra?
Antes de la entrega de premios, cada año Jordi tiene la generosidad de citarse con el ganador del concurso para conocerle. Aparte de hablar sobre su obra y la admirable labor de su fundación tanto en España como en Latinoamérica, también y sobre todo se interesó por mí y lo que yo hacía, y tuve la oportunidad de recibir unos valiosos consejos. Es un hombre muy cercano, que de verdad se preocupa y cuida mucho a los jóvenes escritores.
Es casi una pregunta obligada, ¿cómo comenzaste a interesarte por la escritura?
Siempre he leído e inventado historias, desde muy pequeña. Alrededor de los once años comencé a leer muchísimo más, tal vez porque empecé a encontrar libros que encajaban más conmigo. Durante esa misma época, de repente me encontré con que me gustaba escribir mis propias historias. El primer recuerdo que tengo de aquello es la primera página de una aventura que andará perdida por algún rincón de un antiguo ordenador. No sé de dónde vino la determinación de comenzar, pero descubrí que disfrutaba con ello y simplemente seguí.
En pleno centenario de Albert Camus hemos vuelto a leer la carta de agradecimiento que dedicó a su maestro de escuela tras la concesión del premio Nobel. En su caso ¿a quién dedicaría ese agradecimiento?
A mis padres. Gracias a ellos me interesé por la lectura desde muy pequeña, y siempre me han apoyado con mis proyectos. Gracias a ellos también comencé a viajar y conocer mundo, lo que se relaciona estrechamente con mi escritura. Tengo muchísimo que agradecerles.
Las bibliotecas han estado presentes en tu formación como lectora, pero también como escritora, tras tu participación en el taller de creación literaria de la Biblioteca Pública de Mieres…
Participar en el taller fue muy gratificante desde el principio. No sólo por los temas y las lecturas que tratamos allí, lecturas imprescindibles que tal vez por mi cuenta no habría escogido; me ha permitido enfocar mi escritura de una manera diferente, conocer otros puntos de vista acerca de la escritura y poder comentarlos y reflexionar sobre ellos… Es un grupo muy variado, lo que enriquece mucho los encuentros.
participar en el Taller de creación literaria de la Biblioteca de Mieres me ha permitido enfocar mi escritura de una manera diferente”
¿Qué resortes se movieron para desde esos primeros trabajos pasar a participar, con quince años, en un concurso nacional como el Sierra i Fabra?
Principalmente, el buen rollo que se veía entre los participantes del premio. Conozco a algunos de ellos en persona, y a otros gracias a Internet. Hay una atmósfera de compañerismo y superación personal que tira de ti si tienes la oportunidad de participar. Así que aquel verano pensé: “¿por qué no? Llevo unas cuantas convocatorias queriendo presentarme.” También se debió un poco a mi frustración a la hora de escribir novelas, ya que gran parte de ellas se han quedado en un cajón por unos motivos o por otros. Mi gran reto era vencer aquella frustración.
Imaginamos un importante bagaje de lecturas para tu edad, ¿cuáles son tus referencias literarias?, ¿algún autor o autora en particular?
Comencé a escribir leyendo mucha fantasía, lo que ha sido muy determinante para mí, supongo. Harry Potter, Las crónicas de Narnia… y sobre todo a Laura Gallego. Fueron mis primeras “lecturas gordas” y gracias a ellas empecé a escribir. Más tarde comencé a leer cosas más diversas, de escritores y géneros muy distintos, y la verdad es que no sabría quedarme con un solo autor, aunque la ciencia ficción y la fantasía siguen siendo mis géneros favoritos.
Fundido a blanco parte de la realidad para adentrarse en el mundo de lo fantástico y la ciencia-ficción, ¿es el género en que más cómoda se encuentra?
Sí, definitivamente. Es lo que más leo, por otra parte, así que no es de extrañar. También he escrito otras cosas, y de hecho no descarto ningún género, aunque de momento esos dos son en los que mejor me desenvuelvo.
En su lectura llama la atención su vigoroso y depurado estilo, con una desadjetivación que no es fácil encontrar en una escritora novel…
En eso tuvo bastante influencia el taller de escritura y las críticas de sus integrantes, además de las lecturas que realizamos allí. Una de las tantas cosas que tengo que agradecerles.
Otro rasgo es el uso de la frase corta y la fluidez de los diálogos, que fue uno de los valores que destacó el jurado, que le aportan un ritmo trepidante…
Me han dicho que soy muy “cinematográfica” a la hora de escribir. He ido a talleres de guión de cine y soy una gran apasionada de éste, así que supongo que se debe en parte a esta afición en particular.
Sabrina, Gunter, Marc… los personajes de tu obra pueden ser reconocibles como arquetipos de chicos y chicas de la actualidad, ¿te has inspirado en alguna persona de tu entorno?
No, no baso mis personajes en personas reales. Parte de la inspiración, desde luego, procede de la vida, pero ninguno de ellos está inspirado en nadie en particular.
Tener mi primer libro en las manos fue un momento muy especial para mí”
Si ahora pudieses revisar el libro y reescribir algo… ¿lo harías? ¿cómo ha resultado el reencuentro con la obra, ya editada?
Seguramente sí, aunque creo que es bastante inevitable. Pocos días después de mandar el texto al concurso ya quería retocar cosas. De todas formas, estoy contenta de cómo ha quedado al final, y absolutamente cautivada por la cubierta. Tener mi primer libro en las manos fue un momento muy especial para mí.
Esto es casi una curiosidad, ¿cómo han visto tus amigas y amigos tu irrupción en el mundo literario?
Les he visto muy entusiasmados. Desde que se enteraron, mientras yo estaba en Holanda, hasta este septiembre que hemos podido ver el libro publicado me han apoyado mucho, han venido a la presentación, me han comentado cosas sobre la novela… La verdad es que no me puedo quejar.
Es posible que tu libro pueda estar entre las lecturas obligatorias de tu curso… ¿ te imaginas visitando institutos compartiendo la lectura con los alumnos/as?
Ya me han invitado a visitar algún instituto, aunque todo sigue siendo bastante increíble. A pesar de los nervios de hablar en público sobre mi novela, las pocas experiencias que he tenido ya en ese sentido han sido muy bonitas, y la gente se ha mostrado muy agradable.
Representante de la primera “generación google”, has crecido en un entorno digital bien distinto al de generaciones anteriores, ¿hasta qué punto ello puede estar presente en tu estilo y creación literaria?
Supongo que ahora es más sencillo relacionarme con gente con las mismas inquietudes que yo, y desde luego podemos obtener información y entretenimiento de un modo mucho más automático que en generaciones anteriores. A nivel de documentación e inspiración ese acceso rápido a los datos que necesito (lugares en los que se desarrolla la historia, fotografías, música, momentos históricos…) está muy presente en mi proceso de creación.
Seguiré escribiendo tanto si consigo publicar como si no, ya que el hecho de escribir forma parte de mí y de mi vida diaria. Creo que lo único que ha cambiado en mí es que ahora veo que es posible, cuando antes me parecía inalcanzable”
¿Lees en formato digital o en el formato papel tradicional?
Aunque sí tengo un ebook, sinceramente prefiero el formato de papel tradicional a no ser que se trate de una cuestión de espacio. No sabría decir por qué; me siento más cómoda con el papel, tal vez por costumbre o por motivos meramente románticos.
Tras un éxito como éste, ¿ves el mundo literario con nuevas perspectivas? ¿aspiras a continuar con la escritura como una dedicación?
Sí que es cierto que me gustaría dedicarme a la escritura, aunque soy plenamente consciente de que no es fácil vivir de ello. Seguiré escribiendo tanto si consigo publicar como si no, ya que el hecho de escribir forma parte de mí y de mi vida diaria. Creo que lo único que ha cambiado en mí es que ahora veo que es posible, cuando antes me parecía inalcanzable.
En ese sentido, ¿has recibido alguna oferta editorial? ¿Tienes preparada alguna nueva obra?
De momento tengo intención de seguir presentándome a concursos, ya que los veo como una muy buena forma de mejorar, cumplir ciertas metas y ser perseverante. Tengo unos cuantos proyectos en mente y alguna que otra cosa en el cajón, aunque todavía están en proceso y no sé muy bien qué decidiré hacer con ellos.
(17 de febrero de 2014)