Babel

Babel

Mumford & Sons

V2 Music, 2012

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El grupo londinese Mumford & Sons presenta en sociedad su segundo trabajo, Babel, uno de los discos más esperados de los últimos años por diferentes factores. Se les pudo ver en Madrid en Barcelona el pasado mes de marzo y en ambos lugares obtuvieron un rotundo éxito.  En primer lugar habría que destacar que su primer álbum, “Sigh No More” (2009), fue uno de esos discos inesperados que revolucionó el panorama musical, pues con una propuesta a priori minoritaria como es el folk, se hicieron valedores de cuatro discos de platino en Reino Unido y dos en Estados Unidos. En segundo lugar, porque algunos de sus videoclips (“Little Lion Man”, “The Cave”, “Liar”…) cuentan por millones sus visitas en Youtube. Y en tercer lugar, porque Babel ha sido fruto de más de dos años de trabajo en los que el secretismo, los retrasos y las pequeñas muestras  han sido los factores dominantes.

Ante el miedo a que la banda no supiera afrontar el nuevo papel que ha venido a ocupar en la escena musical, muchos de sus fans han seguido con cautela el proceso de grabación de este nuevo proyecto que llega por fin a nuestras manos. El resultado es un disco serio, compacto, que maneja perfectamente los tiempos y que te atrapa a través de hipnóticas melodías, coros y ritmos. La única pega que se le puede hacer, es que ya no sorprenden como lo hicieron años atrás; sin embargo, sus 15 canciones responden y, por qué no decirlo, sobrepasan las expectativas creadas durante estos últimos meses.

El disco arranca con fuerza, “Babel”, “Whispers in the dark” y “I will wait”, nos introducen en  torbellinos de música folk en los que el vibrante ritmo melódico creado por su juego de mandolinas,  banjos, dobros, percusiones y guitarras, acaban por trasladarnos a una Inglaterra profunda y rural que enlaza a la perfección con un sonido fuertemente enraizado en el sur de Norteamérica, que se percibe ahora como principal fuente de inspiración, debido en gran parte a la extensa gira realizada por la banda durante el último año y medio. Así mismo, encontramos una mayor influencia rock que ha ido penetrando en algunas de sus composiciones, de forma leve, elegante y comedida. Es excelente cómo la grabación capta el directo y permite recrear en nuestras cabezas sus performances sobre los escenarios, siendo fácil imaginárselos cuidadosamente alineados, pasándose los instrumentos unos a otros. Los rasgeos de guitarra, punteos, cambios de ritmo, coros, subidas y bajadas melódicas, son ya uno de los sellos de este cuarteto británico.

“Holland Road” rebaja el ritmo frenético y nos permite coger aire mientras se genera una atmósfera sentimental, donde la lírica toma el protagonismo. La velocidad se atempera con la guitarra y voz de Marcus Mumford. A partir de aquí iniciamos un viaje por otras 11 canciones que aunque a priori parecen entroncar con esas baladas de vertiente íntima y personal que marcaron su primer trabajo (“Ghosts that we knew”, “Reminder”, “Below my feet”, “Where are you now”…), nos acaban sorprendiendo con vertiginosos cambios que rompen esos pacíficos temas por la mitad (“Lover of the light”, “Lovers’ eyes”, “Hopeless wanderer”), como fruto de una furia creadora irrefrenable. Encontramos en ellas historias comunes contadas con un sentimiento profundo, melancólico e íntimo, donde la oscuridad, el miedo y la soledad, tratan de dar paso a la luz, la alegría y al amor.

El disco rebosa así calidad y guarda auténticas joyas, siendo “Broken Crown” una de las más significativas (aunque podríamos coger cualquier otra), pues en ella la épica y la poesía se enlazan con el objetivo de presentar una pequeña/gran historia de amor frustrado (“I’ll never be your chosen one / I’ll be home, safely tucked away / You can’t tempt me if I don’t see the day”) que demuestra la capacidad compositiva del cuarteto, así como lo profunda y desgarrada que puede sonar su música y letras, pues terminan por conmover y despertar sentimientos a todos aquellos que los escuchan.

Estamos así ante un segundo trabajo que ofrece un universo maduro y expansivo, ligado a un sonido potente y trabajado, aunque menos espontáneo que el primero quizás (por poner una crítica a este excelente disco). En conclusión, Babel es uno de los mejores discos del presente año, que a través de una propuesta de música folk original y atractiva, convierte a Mumford and Sons en una de las grandes esperanzas del panorama musical actual.

 

(Por Rubén Sánchez, en www.elgiradiscos.com)

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Sobre el autor

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