Nombre y apellidos: Beatriz Santillán González
Nombre de la biblioteca: Biblioteca Pública Municipal de Soto de Ribera
Localidad: Soto de Ribera
Número de habitantes de dicha localidad: 1.854 el Concejo de Ribera de Arriba (379 Soto de Ribera)
¿Cuántos años llevas trabajando como bibliotecaria? ¿Y en esta biblioteca?
Unos treinta años y en esta biblioteca cumplí 27 en febrero.
¿Y desde cuándo está funcionando esta biblioteca?
Tengo documentación desde 1985, funcionaba como centro de lectura y no contaba con personal profesional. Cuando se convocó la plaza de auxiliar de biblioteca me presenté, incorporándome en febrero de 1993. Aun así, la biblioteca no abrió al público hasta cinco meses después, tras la remodelación y acondicionamiento previo del espacio destinado a acogerla ya que no reunía las condiciones necesarias para dar un servicio digno. Aquí fue fundamental el apoyo de la Sección de Coordinación Bibliotecaria al frente de la cual estaba Carmen Prieto. Recién llegada era difícil tomar esa medida sin un informe técnico adicional que la avalara y apoyara.
Durante este tiempo pude dedicarme a realizar tareas de organización porque no había nada, sólo libros llenos de polvo agrupados sin ningún criterio. Ni registro, ni catálogos, fichas dispersas aquí y allá por todos los rincones ¡desolador! Pero como no hay mal que por bien no venga, la Biblioteca nació y creció partiendo de cero, poco a poco, amoldándose a las necesidades, viéndola crecer hasta el día de hoy…
¿Qué te atraía de esta profesión?
Parece un tópico, pero me gustaba, y me gusta mucho leer. En la infancia, una enfermedad me exigió reposo y la lectura me ayudó a llenar todas aquellas horas y días. El acceso a las bibliotecas no era fácil como ahora, sobre todo en el medio rural, así que no quedaba más remedio que comprar los libros. Los dosificaba, leía y releía pero aun así mi pequeña biblioteca crecía y una cosa llevó a la otra; ordenarla era otra forma de entretenimiento. Había un programa en aquella televisión de carta de ajuste y un solo canal “Biblioteca Joven” (impensable ahora) que recomendaba lecturas y fomentaba la escritura de textos cortos; los mejores se premiaban con lotes de libros y el ganador se leía durante la emisión. Todo un aliciente. También dedicaba un apartado a enseñar cómo organizar nuestra propia biblioteca; por entonces, encontré un librito de la editorial Bruguera (aún lo conservo) que incluía una tabla abreviada del sistema de clasificación (CDU) y principios elementales de organización. Así me entró el gusanillo. Estudié Historia y hubo un tiempo que me tentaron los archivos, pero enseguida abandoné la idea.
¿Con que libros te aficionaste a la lectura? ¿Cuáles son tus escritores favoritos?
Comencé con los álbumes de “cuentos”, mucha ilustración y poco texto que acababas memorizando; los cuentos de hadas que por 1 o 2 pesetas te vendían en los quioscos, al igual que TBO, los Pulgarcitos o Tiovivo…Después pasé al formato libro con la colección “Historias” que alternaba texto y viñetas, Los Cinco y Torres de Malory de Enyd Blyton, Julio Verne, los cuentos completos de Grimm, Andersen y Perrault que conseguí en el Círculo de Lectores. Las distopías de Aldous Huxley Un mundo feliz (muy releída), Farehheith 451 de Bradbury y también de Orwel… todavía me atraen, la última El cuento de la criada de Margaret Atwood. Muchos escritores latinoamericanos del realismo mágico. Descubrí no hace mucho a Lucia Berlin y a Mary Karr y su especial sentido del humor, me entretiene mucho Lemaitre y desde la lectura de Caballeros de fortuna soy muy fiel a Luis Landero.
¿Qué destacarías de la biblioteca?
Aunque la biblioteca carece de fondo antiguo o de una colección destacada, resaltaría su crecimiento, su oferta constante de novedades y la actualidad en la medida de las posibilidades. El presupuesto municipal nunca escatimó recursos, reconozco que en los tiempos que corren y para una biblioteca tan pequeña es un privilegio y un lujo para los usuarios.
El presupuesto municipal nunca escatimó recursos, reconozco que en los tiempos que corren y para una biblioteca tan pequeña es un privilegio y un lujo para los usuarios
¿Qué perfiles de usuarios recibe? ¿Qué demandan principalmente los usuarios?
Principalmente mujeres de mediana edad, prefieren los éxitos del momento y los premios literarios más publicitados, y público infantil. En estas pequeñas localidades conoces tan bien a las personas usuarias que casi compras “a medida”, procurando también abrirles nuevas expectativas e intereses.
Más difícil es fidelizar a los jóvenes, hay un momento que abandonan la biblioteca, acuden ocasionalmente buscando las lecturas obligatorias recomendadas en los centros de enseñanza y poco más. Contribuye también la proximidad a Oviedo: muchos están escolarizados o continúan los estudios en los colegios e institutos de la capital y hacen más uso de las bibliotecas de ese entorno.
¿Aconsejas lecturas a tus usuarios?
Siempre que me preguntan, que es la mayoría de las veces y en las actuales circunstancias, más porque no es posible curiosear por las estanterías: ni hojear, ni ojear. Aunque les facilites boletines de novedades y guías de lectura, prefieren que les orientes personalmente, sobre todo las personas mayores.
La ventaja es, como señalaba antes, que los conoces muy bien.
Además de los servicios propios de la biblioteca (consulta, préstamo, información bibliográfica, etc.) ¿qué actividades suelen organizarse en la biblioteca?
Tenemos un club de lectura para adultos desde hace quince años, cuentacuentos para los más pequeños y las actividades de Bibliochildren y Biblioteenager (lecturas en inglés y actividades relacionadas) en la franja de los 6 a 14 años. Éstas tienen periodicidad fija, puntualmente se organizan otras (cursos, talleres, charlas).
¿Cuáles dirías que son las principales carencias de la biblioteca?
La accesibilidad. El edificio de servicios múltiples tiene tres plantas, hace unos años, se habilitó un ascensor pero no salva las escaleras que dan acceso a la biblioteca, se suple con sillas elevadoras, pero es dificultoso.
La segunda carencia es la falta de espacio, no tanto de lectura pero sí el de almacenamiento.
¿Hasta qué punto la localidad en la que está ubicada, y la población que hace uso de ella, ha condicionado las actividades que se organizan?
No concibo el funcionamiento de la biblioteca de otra forma más que adaptándose a la comunidad y a las necesidades de los usuarios. En esta localidad el 20 por ciento de la población pertenece al colectivo gitano-portugués que se duplicó en estos años y hay un elevado porcentaje adicional en riesgo de exclusión. Desde un principio se priorizaron las actividades enfocadas a la inclusión social en colaboración con los agentes sociales involucrados.
No concibo el funcionamiento de la biblioteca de otra forma más que adaptándose a la comunidad y a las necesidades de los usuarios
¿Hay alguna actividad que te haya producido especial satisfacción por la acogida que tuvo?
Enlazando con lo anterior, todas las realizadas en colaboración. Me gusta trabajar en equipo, fluyen más las ideas y es muy motivador. Destacaría especialmente el programa “TiendeRed.es” desarrollado por la Biblioteca, Servicios Sociales /Proyecto Local de Inclusión Social y el Centro de Dinamización Tecnológica Local. Posibilitó proyectos y una red de actividades que se complementaban, abarcando distintas edades, necesidades e intereses.
A lo largo de tu trayectoria, ¿qué persona o personas (usuarios, visitantes ilustres, etc) te han llamado la atención?
Recuerdo de mis primeros tiempos aquí a algunas mujeres mayores, usuarias y casi cronistas del lugar, sus historias eran fascinantes. También las que me ayudaron a dinamizar los lotes de libros que distribuía por las casas de cultura. Muchas ya no están.
La niña que creció en la biblioteca tarde tras tarde, desde que abría hasta que cerraba, y más como ella, ya adultos, que vienen con sus hijos e hijas y me digo: vaya no lo he hecho tan mal.
¿Hay algún proyecto que aún no hayas podido realizar y que tengas siempre en mente? ¿Cuál es y en qué consistiría?
Un club de lectura juvenil.
¿Mantienes contacto habitual con tus compañeros de la Red de Bibliotecas? ¿Por qué canales?
No mucho. En los Encuentros de los Clubes de Lectura, algún curso, a veces por teléfono.
¿Sientes que tu trabajo es valorado?
Sin duda por los usuarios (tengo dibujos infantiles que hablan por sí solos). Es lo verdaderamente importante, a fin de cuentas trabajas por y para ellos.
¿Cómo has ido viendo la evolución que ha ido sufriendo la profesión en estos años?
Como una de esas películas antiguas que pasan a gran velocidad: de las fichas de cartulina y las máquinas de escribir a la automatización, la incorporación de los nuevos materiales, la llegada de internet que me parecía tan lejana al principio, al menos para mi pequeña biblioteca, y en cuatro años estaba incorporado su uso, el libro electrónico…. Una evolución constante y rápida que se está acelerando con la pandemia: servicios bibliotecarios virtuales, mejorar las capacidades tecnológicas, muchos retos que habrá que asumir.
¿Sigues manteniendo la ilusión y la vocación que te atrajo hasta la profesión de bibliotecaria?
La vocación se tiene siempre y mantiene la ilusión que se va desgastando, creo que esto es común a todas las profesiones.
¿Ha habido algo que te resultase frustrante en estos años?
Muchas cosas. Proyectos que después de mucho tiempo de dedicación y en pleno funcionamiento tienen que abandonarse por la desidia, pasividad y, lo que más duele, falta de valoración del trabajo de las personas implicadas. Esto al final de tu vida laboral es desilusionante pero, como decía anteriormente, que te guste tu trabajo es fundamental para seguir con ganas de hacerlo bien.
Quitaría las gafas de madera a los políticos
Personalmente, y con la experiencia adquirida en este tiempo, ¿qué cosas cambiarías en caso de poder?
Quitaría las gafas de madera a los políticos.
¿Cómo afrontas los retos para el futuro de esta biblioteca?
Me jubilaré dentro de poco, estoy segura que vendrán profesionales bien preparados, con ilusión y entusiasmo recién estrenados para afrontar los cambios que se avecinan y sabrán suplir las deficiencias, que las habrá. Confío más en su capacidad que en la mejora de condiciones y recursos.
(9 de julio de 2020)