Defienden que la literatura masculina y femenina son distintas porque la mujer y el hombre no son iguales; defienden una visión distinta del mundo y una distinta capacidad de observación, y así lo muestran en sus obras literarias. Tres de las más importantes escritoras asturianas departen sobre la lectura, la literatura y el mundo editorial.
Esther Prieto.- ¿Creéis que se lee ahora tanto o tan poco como lo que dicen las estadísticas?
Susana Pérez Alonso.- Yo en principio no creo en las estadísticas. En Asturias se ha leído siempre muchísimo, los que vivíamos en pueblos recordamos los tiempos del intercambio de libros y novelas, de las grandes bibliotecas públicas y de los Ateneos, y aunque eran tiempos duros se leía muchísimo, quizás porque era lo único que tenía la gente a mano. Comparativamente, con el índice de alfabetización que hay ahora el índice de lectura tendría que ser muy superior al existente.
Carmen Ruiz Tilve.- Hay una cosa que puede parecer un tópico pero es una realidad: la gente cada vez dedica más tiempo a otras cosas, entre ellas a navegar en Internet, que como medio me parece estupendo, pero como fin es un desastre. Se dice que desde Internet se pasa a la lectura pero por experiencia creo que no es así, Internet se cierra en sí mismo. Para la lectura es importantísima la influencia de la familia y el aprendizaje en los primeros años. Es algo constatable: las estadísticas suelen reflejar cómo hasta los doce años los chavales leen y después lo abandonan. En la enseñanza las lecturas obligatorias son peligrosísimas pues todos tenemos un índice de rebeldía. Como curiosidad, recuerdo que mi madre me prohibió leer a Valle-Inclán: me faltó tiempo para devorarme todos sus libros; pero era muy joven, no entendí la mitad y pensé que era un pelmazo, así que le cogí muchísima rabia para siempre. Tan peligrosa es la prohibición como la obligación.
C.R.T.- Desde los Archivos Municipales a las Bibliotecas, estamos asistiendo a procesos de digitalización que vuelcan todo tipo de contenidos a la Red. Un proceso que consume muchos recursos humanos y económicos pero los que consultan son cuatro, ¿creéis que ya podemos considerar a Internet como medio de lectura?
S.P.A.- Yo creo que la gente utiliza Internet para ocupar su ocio personal, no para leer. Y creo que es además un entretenimiento insano, que obliga a la gente a estar metida en casa, yo mismo me incluyo y creo que ahora vivo menos en la calle de lo que vivía. Más que como medio de lectura, yo entiendo Internet como una herramienta y como tal me mantengo permanentemente conectada, pero quizás como medio de consulta esté un tanto sobrevalorado. Considero más interesante que un niño haga un mapa mudo a que esté delante de la pantalla del ordenador.
E.P.- Yo voy a hacer de abogado del diablo pues creo que Internet no se cierra en sí misma. En la red encontramos un buen número de libros en formato pdf, que podemos descargar libremente si están libres de derechos de autor. Yo sí que creo que quien entra a buscar algo a Internet de alguna manera está leyendo. Otra cosa es que a nivel personal, y como perteneciente a una generación, identifique la lectura con el objeto físico del libro, pero no tiene por qué ser así necesariamente. Creo que ahora se lee más y así debe ser, porque hay un mayor índice de alfabetización que hace 30 o 40 años.
“Internet como medio me parece estupendo, pero como fin es un desastre”
“la publicidad hace un daño horroroso a la verdadera literatura”
Carmen Ruiz Tilve
E.P.- En España se publican unos 70.000 títulos anuales, quizás deberíamos reflexionar sobre esa industria editorial.
S.P.A.- Eso es sólo un negocio.
E.P.- Si pero el negocio existe porque existe un producto: los libros.
S.P.A.- Yo trabajo para una multinacional, Random House Mondadori, y puedo decir que se editan cosas que son absolutamente impublicables, pero tienen tras ellas un buen soporte de publicidad que mueve las ventas. He visto desde dentro ese mundo y creo que en el mundo del libro se maneja y se genera mucho dinero. Es un negocio.
C.R.T.- En mi opinión esto es relativamente contraproducente respecto a la producción literaria.
E.P.- Estoy de acuerdo, se convence a la gente de que una determinada novela es buenísima y todo el mundo la compra e incluso la lee y no se muere.
C.R.T- Yo creo que la publicidad hace un daño horroroso a la verdadera literatura. Es un mundo que no me gusta nada. Es algo salvaje. Respecto a las editoriales, creo que convertir el libro en un elemento de negocio es peligroso. La presión que reciben las librerías para poner en el escaparate determinadas obras es algo poco beneficioso para la literatura, en parte me considero víctima de ello. Mis lectores me leen porque quieren, sin que mediela publicidad. Yoempecé a escribir tarde, justo cuando pensé que era mi momento pues para mí la edad no es ni un mérito ni un demérito, doy una imagen de mujer convencional pero no voy pintando cuadros de flores: mis novelas son duras, con fuerza. Como lectores hemos de estar abiertos y pasar por encima del marketing, no quedarnos sólo con la portada. Todo ello afecta también a los concursos, que están manipulados de una forma escandalosa, ganan unas novelas malas y la gente piensa que son buenas y se establece un baremo de comparación pernicioso en mi opinión.
S.P.A- Y tanto que están manipulados, hasta el punto que en cierta ocasión llegué a ver un contrato pre-concurso. Yo cuando escribo un libro lo hago como me da la gana, mejor o peor. Pero me doy cuenta que mi libro es un producto, que estoy luchando contra salvajes y lo tengo que vender exactamente igual que si fuese una Coca-Cola, y quién no crea esto está fracasado. Incluso las propias editoriales no creen en ello. Por ejemplo, sacan una tirada de 20.000 ejemplares y en cuanto los venden y cubren su objetivo, aun cuando pensaban que no podrían cumplirlo, dejan de editar más ejemplares aunque siga habiendo demanda. Siempre digo que los reyes de esta historia somos los autores, pero al autor se le maltrata, y me espanta ver como los autores corren detrás de los editores para hacerla pelota. Esosí, hay veces que se realiza una estrategia editorial y un autor vende más de lo que debería vender por su baja calidad. Ahí entramos en la mafia literaria, la de los críticos literarios de los diferentes grupos de comunicación unidos a las editoriales. Hay sectas en el mundo editorial. En los dominicales siempre escriben los mismos. Es una mafia y eso hay que denunciarlo.
E.P.- Si algo queda claro es que la capacidad de distribución no tiene nada que ver con la calidad del libro.
C.R.T.- Llevo treinta y cinco libros publicados, y la única vez que lo hice en Barcelona fue casi una estafa, cuando me lo pidieron pensé que sería una maravilla, pero distribuyeron mal, se quedaron una subvención y ni siquiera me pagaron. Cada vez más mi universo está aquí. ¿Cómo veis ese panorama editorial en Asturias?
S.P.A.- Yo creo que escribo para todo el mundo, y quiero que me entienda todo el mundo. Cuando me preguntan que como quiere usted escribir, yo siempre digo que como yo misma, no quiero escribir ni como Calderón ni como Lope. Respecto a la edición en Asturias, creo que el gran error es que como la mayoría de los libros están subvencionados, las editoriales tienen la edición cubierta y no tienen que esforzarse para vender.
C.R.T.- Los editores asturianos tienen miedo a salir. Hay una barrera y no tanto porque estén subvencionados. Yo tengo en Asturias un público fiel que siempre me compran los libros, pero tengo un techo de cristal. No me importa pero es así.
E.P.- Yo escribo en asturiano, y no sé si soy representativa, pero creo que en Asturias se vende mejor el libro en asturiano que en castellano. Es muy difícil luchar contra el Babelia y El Cultural de El Mundo con los libros en castellano. Pero los libros en asturiano cuentan con público muy fiel que además se va ampliando lentamente. Evidentemente no son 15.000 ejemplares, cuando vendes 500 o 700 ya está bien. En asturiano no hay escritores profesionales, quizás únicamenteXuan Bello, que salió y triunfó en el exterior con las traducciones de sus obras. Creo que publicar en Asturias en castellano es llorar.
C.R.T.- En Asturias el mundo de la literatura, y en general el mundo de los creadores, es un mundo absolutamente mezquino. Rencillas, recelos, zancadillas, camarillas, capillas, no pertenezco afortunadamente a ninguna, ni de eso ni de otras cosas. En mi experiencia como escritora y lectora, veo que son reinos de taifas, hay una fragmentación y desconfianza enorme, un amiguismo exagerado, un ambiente muy malsano. Poquitas cualidades le veo a ese mundo, conste que no es ningún recelo. Yo estoy reconocida con lo que hago, me gusta lo que hago y tengo lectores fieles. Hay incluso generaciones de repuesto. Eso sí, de puertas adentro, en el mundo editorial y el de los escritores tengo experiencias malísimas. Pero fijaos en los escritores de León, en cómo se apoyan unos a otros y en lo bien que les funciona.
E.P.- Yo debo decir que eso entre los escritores en asturiano no suele pasar y que al menos entre los de mi generación nos leemos e incluso eso es algo que después se refleja en nuestras creaciones; particularmente en la poesía, puedes rastrear las influencias de unos en otros. Vivimos un poco al margen de esto y además los que escribimos en asturiano apenas nos queda el repartimos las migajas.
“en Asturias creo que el gran error es que como la mayoría de los libros están subvencionados, las editoriales tienen la edición cubierta y no tienen que esforzarse para vender”
Susana Pérez Alonso
S.P.A.- Estoy de acuerdo con Carmen y creo que la maldad que despide el mundo intelectual en Asturias y fuera de Asturias tendría que ser objeto de estudio. Es además un mundo de hombres con una estructura piramidal en el que las pocas escritoras que hay son terribles unas con otras. Deberíamos hacer referencia al papel de la mujer en la literatura…
C.R.T.- Respecto al papel de mujer, creo que es una literatura distinta por una capacidad de observación distinta, lo que no me parece bien es que se vea como inferior o como secundaria. Pasa como con la literatura infantil: hay que tratar que los niños no lean cosas de tan baja calidad, pues perderemos lectores. Los niños no son tontos y tienen una capacidad de comprensión de cosas complejas. Algunos identifican también la literatura femenina como de segunda fila. Y no estoy de acuerdo.
E.P.- Yo creo que las mujeres y los hombres tenemos una visión distinta del mundo y eso se refleja en la literatura y además creo que enriquece y complementa. Hasta ahora hemos visto el mundo a través de los ojos de los hombres, de la voz masculina, pretendidamente universal, y ahora se ve también desde los de las mujeres. Creo que es eso es dar luz al mundo, se crean figuras literarias nuevas, se reflejan realidades distintas, nacen personajes nuevos, subgéneros de literatura nuevos. No me creo que sea de menor calidad, la literatura no tiene género. La calidad es algo independiente. Un año me tocó ir a los encuentros de escritores de Verines, allí las mujeres lloraban bastante, y con razón, porque hay muy pocas reconocidas, los Premios Nacionales de Literatura o de altura similar nunca son concedidos a mujeres. Yo como mujer podía sumarme a aquella queja, pero como mujer escritora en asturiano sólo podía tomarlo con una cierta resignación: no tenemos espacio en los premios institucionales (Cervantes, distintos nacionales…)
S.PA.- En el tema de las mujeres escritoras, es de lamentar la cantidad de ellas que se aprovechan de los hombres y están patrocinadas por ellos. Lamentablemente alguna hasta presume de ello. Yo creo que la literatura masculina y femenina son distintas porque la mujer y el hombre no son iguales, y soy de las que grito ¡viva la diferencia! Por otra parte, a mí los que me sacaron de apuros en el mundo editorial fueron siempre hombres, nunca mujeres.
C.R.T.- La manera de ser de los asturianos es un tanto cainita, desconfía de lo cercano y le gusta mucho lo exótico. ¿Que medidas creéis que se deben tomar para que los autores asturianos sean más leídos, al menos por los propios asturianos?
S.P.A.- Mantengo que si Cataluña, Galicia y País Vasco tuviesen el plantel de escritores que hay en Asturias, que no lo tienen, se les publicitaria más. Creo que los escritores vendemos Asturias, somos una buena imagen cultural de nuestra región y cada vez que un escritor asturiano saque un libro debería colaborarse en su promoción. Además de ello una buena medida sería que los anuncios turísticos de Asturias fueran con textos de los escritores asturianos, con imágenes que ellos describen, o con la propia imagen del escritor, que puede llegar a ser una buena promoción turística.
Cuando publico un libro mis editoriales suelen poner mucho dinero para la promoción, y a pesar de condicionantes y de que se trate de una multinacional, yo me niego a que no me dejen escribir sobre Asturias. La Toscana sale en muchos libros y también Irlanda, estamos saturados de libros de irlandeses emigrantes.
E.P.- La versión en asturiano es la misma pero reducida. Los libros en castellano que se publican en Asturias no salen en Babelia ni en El Cultural ni en ninguna parte y los libros que se publican en asturiano no los vas a ver ni en la Nueva España ni en la Voz de Asturias, salvo en el cuadernillo semanal dedicado al bable. Los asturianos deberíamos cambiar nuestra mentalidad, estoy de acuerdo con Susana en que el plantel de escritores que hay en Asturias no lo hay en ninguna parte. La Administración debería hacer planes ambiciosos que no se queden en subvencionar determinados libros, sino en crear un público, crear una expectación, una demanda. Además el turismo en Asturias no se puede vender sólo, se necesita un contexto cultural: prerrománico, literatura…
“la capacidad de distribución no tiene nada que ver con la calidad del libro”
Esther Prieto
S.P.A. Podríamos finalizar con alguna recomendación de lectura de alguna escritora asturiana. Yo podría proponer Las dos caras de Jano, de Carmen Ruiz Tilve y el poemario Edá de la memoria, de Esther Prieto.
C.R.T.- Podría recomendar la lectura de cualquier novela de Carmen Gómez Ojea, pero por quedarme con una, su Cantiga de agüero, con la que ganó el Premio Nadal de 1982.
E.P.- Yo diría El día que nos llevaron al cine y otros cuentos, de Paquita Suárez Coalla, una pequeña joya literaria.
Carmen Ruiz Tilve
(Oviedo, 1941) Licenciada en Filología y Doctora por la Universidad de Oviedo con una tesis sobre La obra narrativa de Dolores Medio, ha ejercido en ella toda su actividad profesional y actualmente es Catedrática de Didáctica de la Lengua y la Literatura. Su extensa actividad literaria, que supera la treintena de obras, cuenta con obras didácticas, diversos ensayos sobre Oviedo y Asturias, colaboraciones en prensa -entre las que destacan sus Pliegos del Cordel, columna desde la que se pulsa la vida pasada, presente y futura de la ciudad de Oviedo-; y una brillante creación literaria, donde se encuentran títulos como Crisantemos para todos (1994), La edad de oro (1995), Galería de espejos (1998), Una selmana fuera del calendariu (1998), Cuentos encadenados (2001) o Las dos caras de Jano (2006). Desde septiembre de 2002 es Cronista Oficial de Oviedo.
Esther Prieto
(Arenas de Cabrales, 1960). Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Oviedo. Conocida principalmente como poeta, en 2001 ganó el Premio “Xosefa Xovellanos” de Novela con la obra Güelu Ismail, donde narra la vida del pueblo palestino. Sigue siendo la única mujer que ha ganado este premio en las veintiocho ediciones que se ha convocado. Su primera obra fue una narración infantil, El curiador d’estrelles (1987). Como autora de poesía se dio a conocer en 1992 con Edá de la memoria. En 1998 ganó el Premio “Teodoro Cuesta” de Poesía con la obra La mala suerte, conjunto de poemas intensos y breves donde la autora se interroga sobre la muerte y la vida. Su Gramática d´asturianu (2004) es una obra de referencia en la enseñanza de la llingua. En la actualidad trabaja en Ediciones Trabe.
Susana Pérez Alonso
(Santullano, Mieres, 1958) Es Graduado Social, asesor fiscal y procurador de los tribunales de justicia. Su faceta de escritora se complementa con su colaboración habitual en medios de comunicación regionales, como los diarios La Nueva España o La Voz de Asturias y medios de ámbito nacional como Onda Cero, la SER, la COPE o El Mundo. Se inició en la literatura en 1999 con Cuentos de hombres y fue finalista del premio La sonrisa vertical en el año 2000 con su segunda novela, Mandarina. Con Nada te turbe (2002) alcanza un importante éxito a nivel nacional, y sus obras, traducidas al francés, rumano y portugués, se encuentran entre las más vendidas por una autora asturiana, con títulos como Nunca miras mis manos (2003), De la ternura la impostura y el sexo (2004), La vida es corta pero ancha (2005), En mi soledad estoy (2005) o La fuerza de tu abrazo (2006).
(Publicado en Biblioasturias09)