Manolo Arrontes (Valencia de don Juan, León 1961). Es licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense. A lo largo su vida ha residido en Santoña, Oviedo, Madrid, Edimburgo y Barcelona. Desde 2010 reside en Oviedo. La mayor parte de su vida profesional la ha desarrollado en el diseño, construcción y montaje de escenografías y decorados. Actualmente es funcionario del estado en Mieres.
En la década de 1990 colaboró como reportero de viajes en los diarios La Vanguardia, El Independiente, Avui y Cinco Días. Bajo el seudónimo de Fernando Arronera es autor de Un año sin fumar (Sapere Aude, 2010) y Manual de autoayuda para un jugador de Mus (Factible, 2013); bajo el seudónimo Honorio Marcial ha publicado Columna de la Armonía (Ediciones del Arte Real, 2014). Con su verdadero nombre firma la serie de novela juvenil La pandilla Palomera, de la que ILUBC· ha publicado La pandilla Palomera (2016), La pandilla Palomera y el puente de la bahía (2017) y, lanzada en octubre de 2017, La pandilla Palomera y las barracas de feria.
1. Proponga un menú literario: entrada, plato principal y postre.
Tome de entrada un autor joven. Como plato principal, un autor que haya muerto antes del nacimiento del lector. Como postre, relea usted algo que le impresionara al final de su adolescencia; le servirá para digerir lo mayor que se ha hecho.
2. ¿Cuál ha sido el último libro que ha sacado en préstamo de una biblioteca?
Ahí me han pillado. Fue hace cuatro años, varios ensayos sobre música para un trabajo que me habían encargado. Aunque no recuerdo si llegué a sacarlos o solo los consulté.
3. ¿Qué escena literaria le viene en este momento a la mente?
¡Vaya lío! Me están viniendo cientos.
4. ¿Se ha enamorado de algún personaje literario?
No sé si es amor, pero si tuviera que rescatar de un incendio a un solo personaje sería Daniel, el Mochuelo.
5. Sugiera una tríada de poetas.
Whitman, Kipling, Luis Chamizo. Porque son tan distintos.
6. ¿Cuál ha sido la (o las) Biblioteca de su vida?
La de Oviedo a finales de la década de 1970, en la plaza de Porlier. Delibes, Torrente, Cela, Gracía Márquez, Boris Vian, Alejo Carpentier, Papini. A todos los saqué de allí.
La biblioteca de mi vida ha sido la de Oviedo a finales de la década de 1970, en la plaza de Porlier
7. ¿Con qué libro despertaría el amor a la lectura en un adolescente?
Yo escribo para niños preadolescentes, si lo supiera…
8. Cite tres novelistas a seguir por cualquier lector.
No puedo. Aunque leo principalmente novela y me fijo en las novedades, no sigo a ningún autor.
9. Proponga una medida a favor de la difusión de la lectura.
¡Ojalá la hubiera! ¿Vale decir que el tiempo vaya más despacio?
10. ¿Quiénes son sus compositores o músicos favoritos?
Beethoven, Rachmaninoff, John Cage.
11. ¿Alguna lectura ha marcado especialmente su vida?
El camino, de Delibes.
12. ¿A qué autor rescataría del olvido?
No sé si está olvidado, pero me parece que Boris Vian suena poco para lo grande que es.
13. Seguro que podría recomendarnos la visión de al menos tres películas.
Tres clásicos: Para ver en casa, El padrino I y El padrino II; para ver en pantalla grande, Ran, de Kurosawa. Y dos películas de esta década, una saudita y otra iraní: La bicicleta verde, de Haifaa al-Mansour y Una separación, de Farhadi.
14. ¿Qué poema interpreta sus sentimientos?
Me gustaría que fuera If, de Kipling.
15. ¿Cómo ve el panorama editorial asturiano?
Dentro de lo mal que está el sector, creo que aquí no lo está tanto. Quedan librerías, hay buenas editoriales y autores muy recomendables; permítame citar uno: Moutas.
Dentro de lo mal que está el sector editorial, creo que aquí no lo está tanto
16. ¿A qué lugar salido de la imaginación de un autor le gustaría trasladarse?
Al Caribe de Alejo Carpentier.
17. Sus artistas más admirados son… (referido a pintores, escultores, fotógrafos, arquitectos… etc.)
Beethoven. Me impresiona un músico que no pudo oír su obra. ¿Puede haber mayor espíritu creativo?
18. El último libro que ha comprado ha sido…
Un librito con poemas de Whitman.
19. ¿Puede el e-book reemplazar al formato clásico?
Por poder… Pero siempre hay un fumador que no consume cigarrillos y que solo fuma puros o pipa; o alguien como yo, que prefiere la cafetera italiana al Nespresso.
20. ¿Podría decirnos cómo ordena su biblioteca personal?
Estante superior: diccionarios, libros técnicos y prácticos. Estantes intermedios: literatura en dos grupos; grupo 1, por orden alfabético, autores que escriben en castellano; grupo 2, por orden alfabético, autores que escriben en otras lenguas. Estante inferior: horrores antes de irse al container del papel.
21. ¿Dónde desearía vivir?
Aquí. Donde vivo.
22. ¿A qué persona viva admira?
A los que me quieren, cuanto más cerca están de mí y más me quieren, más admirables me resultan.
La lectura sirve para pasar el rato dignamente
23. A su juicio ¿cuál es la mejor obra literaria adaptada por el cine?
El crimen del padre Amaro. Porque traslada una historia del Portugal del siglo XIX al Méjico del XXI. No respetar el espacio y tiempo hace que no caigas en la trampa de decir qué me gustó más, si el libro o la peli.
24. ¿Qué está leyendo actualmente?
Releo el Quijote, siempre lo hago cuando acabo una gran novela, en este caso una de Chirbes.
25. ¿Para qué sirve la lectura?
Para pasar el rato dignamente.
La pandilla Palomera y las barracas de feria
ILUBUC
205 págs.
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La pandilla Palomera, seis chavales de un pueblo de la costa cantábrica, divertidos e irreverentes, vuelven con su tercera aventura.
Es el final del verano, la playa está desierta y un misterioso hallazgo lleva a los chavales a contactar con un feriante aficionado a buscar lagartos. A partir de ahí, la pandilla Palomera seguirá la pista de una trama orquestada por un concejal del ayuntamiento en colaboración con un turbio personaje propietario de una atracción de coches de choque.
Una divertida y trepidante aventura donde nada es lo que parece, la verdad y la mentira se confunden y la clave para resolver el caso puede estar en un lagarto.
«La enigmática frase cortó en seco las acusaciones de mentir dirigidas a Watussi. Ya no se trataba de dónde estaba la verdad, sino de cuál de las dos versiones se aceptaba. Tan creíble era una como la otra. Había que decidirse por creer una cosa o la contraria.»
Tercera entrega de esta serie juvenil protagonizada por una pandilla de preadolescentes a los que las circunstancias empujan a la resolución de casos policiacos.
Sus métodos de investigación incluyen, llegado el caso, alguna mentirijilla, faltar a clase, salir de noche a escondidas… Con lo que además de ocultarse de los malos de turno, también han de hacerlo de sus padres y profesores. Resuelven los casos en el anonimato, sin que nadie sepa que han sido ellos los que han puesto a los malos ante la justicia. Su premio es hacer el bien por el bien, no esperan nada a cambio.
Novelas juveniles en la línea de Enid Blyton, pero con un toque simpático y descarado que hace más próximos y reales a sus personajes. Van dirigidas a un lector de entre 10 y 14 años, pero por la ambientación en la década de 1970 también interesan a niños de 40-60 años.
(26 de diciembre de 2017)