En este número hemos invitado a tres representativos libreros asturianos: Concha Quirós (Librería Cervantes), María JesúsPolledo (Librería Polledo) y José LuisÁlvarez (Librería Paradiso), para que nos muestren la parte de atrás de sus librerías. Puede parecer curioso, pero en su conversación no ha aparecido la palabra “crisis”.
María Jesús Polledo.- Podíamos comenzar hablando del panorama de la lectura en Asturias. Desde el punto de vista librero, conociendo a los lectores, yo creo que es bueno; pero sólo conocemos a los lectores, no conocemos a los no lectores. Se producen fenómenos curiosos con los “bestséllers no forzados”, como El niño con el pijama de rayas, que generan un comprador no habitual que puede ser un lector posteriormente…
Concha Quirós.- Efectivamente desconocemos a los no lectores, y estoy de acuerdo en que los grandes “booms” como Harry Potter o los de Stephenie Meyer de la actualidad, están consiguiendo acercar a las librerías a unos chavales que hasta entonces quizás nunca habían accedido, algo que seguro sucede igual con las bibliotecas. Hubo muchas editoriales que se lanzaron a conquistar ese mercado, quizás ahora
José LuisÁlvarez.- Dentro de ese panorama, en Gijón por lo menos contamos con un tipo de lector “de fondo”, que lee alrededor de cuatro o cinco libros al mes. Al menos yo si tengo. Yo no sé si será por el clima o por qué, pero esos lectores de seis libros al mes son la base de mi librería. Después está el lector de novedades y bestséllers, un tipo de cliente que no responde a este esquema. Sí que noto que estamos perdiendo al lector joven; no sucede lo mismo con el infantil, pues los niños leen muchísimo.
C.Q.- Históricamente Asturias ha tenido gran tradición lectora. Quiero hacer una alabanza a D. Lorenzo Rodríguez Castellanos, que fue un gran impulsor de las bibliotecas. Tenemos el mayor número de bibliotecas por habitante, pero con gran diferencia respecto a otras comunidades.
M.J.P.- Estoy de acuerdo y comparto ese recuerdo a D. Lorenzo, pero creo que hay un antecedente importante en Asturias, como son las bibliotecas de los Ateneos obreros. En cuanto al lector habitual, sí que noto la diferencia entre el comprador de fuera de la región, por ejemplo catalán y el asturiano, suelen ser lectores más exigentes.
J.L.A.-Curiosamente en la actualidad, y sobre todo en Gijón, sí que estamos viviendo una vuelta a aquel espíritu cultural, con lectura de libros y poesía, con música en directo, en los bares, basándose en la contracultura…
J.L.A.-¿Qué opináis de la actual relación biblioteca-librería en Asturias?
C.Q.-Creo que puede verse desde dos apartados, por un lado la adquisición de libros por parte de las bibliotecas; y por otro la interrelación de trabajo, de actividad en torno al fomento dela lectura. Afin de cuentas compartimos los mismos clientes, lo interesante que entre ambos consiguiésemos potenciar la lectura, que sea más viva, más espontánea…
M.J.P.- Yo creo que para potenciar esa interactuación habría que intentar crear un Consejo del Libro, similar al modelo existente en Andalucía; así se lo pude comentar al anterior Director General de Cultura. En cuanto a las compras, yo creo que los bibliotecarios deberían ir a la librería y no recibir a un comercial, librero o no librero, y pedir por un catálogo. Es algo laborioso, de acuerdo, pero creo que sería la fórmula: ver y tocar los libros. Y aunque se siga una demanda del público, la labor de las bibliotecas y de las librerías ha de procurar seleccionar. Los libreros no lo podemos tener todo, pero sí que hemos de estar informados de todo lo que sale… creo que podemos ser de gran ayuda en esa selección.
“Las grandes superficies no son enemigas dela librería. Elenemigo de la librería es el no lector”
Concha Quirós
C.Q.- La superproducción de libros editados es un gran problema, es quizás una huída hacia adelante. En mi librería recibimos el setenta por ciento de las publicaciones que se hacen a nivel nacional. Descontando días festivos me llegan unos cien títulos nuevos cada día. Las librerías más especializadas optan por una temática y no admiten todo lo demás, pero para el resto es casi imposible hacer una preselección. En el terreno comercial es la pescadilla que se muerde la cola, cuando dicen que en España se publican no sé cuantos miles de libros, se publican pero muchos de ellos van a la basura. Nosotros compramos los libros y se pueden devolver, te lo abonan, pero van girando la factura de esos libros, pero antes de que te hagan el abono ya te llegan otros libros que sustituyen ese importe, con lo cual siempre tenemos una cantidad tremenda de inmovilizado, de dinero en manos de los editores. Si algún día dejásemos de recibir nuevos libros quebrarían muchas editoriales.
J.L. Es una maquinaria imparable que tiene que ir siempre a más porque cada vez necesitan más ingresos. Desde hace unos veinte años el mundo del libro es así, y no se parece nada a cuando empezábamos. Las editoriales van haciendo pruebas con los libros hasta que dan con uno que Se publica mucho que no vale gran cosa. Sale muchísimo que no debería publicarse. Cuando empezaron con este sistema, con esta “burbuja” te mandaban todas las novedades publicadas por que sí. Ahora ya puede hacerse esa preselección. Ante todo ello a una biblioteca pequeña no le queda más que luchar mediante la especialización, la selección; ante ello tienes que estar muy informado para saber lo que te interesa, pero también si rechazas puedes perderte algo interesante, tienes que medir mucho, también económicamente. Todo ello de forma equilibrada pues tienes intentar personalizar tu librería, definir una línea y una personalidad con la que pueda identificarse tu cliente.
M.J.P.- Hay un grupo editorial, no voy a decir el nombre, pero que fue muy importante en su momento, en que el departamento de producción era dirigido por el departamento comercial. Este departamento se inventa cosas en función de su visión del mercado y encarga su creación, corrigiendo hasta hacer un producto a medida. Ante esta edición teledirigida por el mercado, que afecta en general a los grandes grupos editoriales, el futuro de la edición creo que debe estar en los editores independientes jóvenes, que están revolucionando el panorama de la literatura en España. Algo que ya está empezando a preocupar a los grandes. Yo trabajo mucho con ese tipo de editorial independiente.
J.L.A.-Estoy completamente de acuerdo, pues el editor independiente elabora un libro muy cuidado, con una labor muy buena de búsqueda de autores, poco conocidos, un trabajo fenomenal en busca del lector de fondo, al lector de verdad, que lee con ilusión de coleccionar y revisar la obra completa de un determinado autor. El futuro de la edición, y de las librerías, creo que pasa por ahí. El grupo contexto, formado por editoriales independientes, tienen mucho que decir, utilizan incluso a autores olvidados, japoneses, rusos, canadienses… es un grupo editorial interesantísimo.
C.Q.- Paco Puig explicaba muy bien el fenómeno, en la caja del mercado del libro metes unas grandes esferas que se corresponden con los grandes moles editoriales, pero las pequeñas ocuparán los huecos entre esas grandes bolas y se mantendrán dentro de la caja, obteniendo importantes cuotas de mercado. No sé si puede equipararse, pero ¿cómo veis la relación gran superficie-librería?
M.J.P.- Las grandes superficies y las grandes librerías que pertenecen a cadenas nacionales no creo que estén solamente ocupando los bestséllers, sí es verdad que en algunos casos no haya un librero al frente que esté tan informado como el librero tradicional. Con todo, ahora los libros llegan a todos los sitios y eso a mí me parece que no es malo, aunque pueda perjudicar en un primer momento ala librería. Sicon esa compra en la gran superficie un lector adquiere el hábito de la compra de libros, después pasará ante el escaparate de una librería y si está incitado a la lectura por ese primer hábito puede ser que entre a comprar libros.
J.L.P.- A mí por ejemplo que hayan puesto por ejemplo “La Casa del Libro” en Gijón me parece bien. Gracias a ello va a entrar gente a una librería que quizá nunca haya entrado antes y si de esos veinte nuevos visitantes sale uno que pase a ser un lector habitual, ese uno va a buscar libros por el resto de librerías de Gijón. Yo creo que es bueno, y cuanto más mejor. Eso sí, después cada uno tiene sus opciones… yo creo en otro tipo de librería.
C.Q. Las grandes superficies no son enemigas dela librería. Elenemigo de la librería es el no lector. La falta de lectores es lo que nos tiene que preocupar, a nosotros como libreros y también a vosotros, bibliotecarios. El potenciar la lectura en la forma que sea -y añado más, bajo el soporte que sea-, ha de ser nuestro objetivo común. Las grandes superficies son competencia a un nivel más interno, para las editoriales son sus clientes “vip”, a los que se hacen el mayor descuento posible y a las que sirven antes que al resto de librerías. Por ejemplo, si se produce un gran lanzamiento de un libro en un viernes, ese libro no lo solemos tener para poder vender ese día, sin embargo ellos sí, quizás por problemas de logística. Yo peleo mucho para que tengamos las mismas posibilidades de venta que los demás, tanto en disponibilidad de ejemplares como en las fechas de esa disponibilidad.
M.J.P.- A mí lo único que me molesta es la cultura del marketing, que hace que lo que no esté en una gran superficie parezca que no existe.
J.L.P.- Un posible hándicap a su favor es la apertura en domingo, que les hace recoger un nuevo tipo de clientes; pero es lo que comentaba antes, si alguno de ellos se convierte en elector habitual, siempre será bienvenido para nosotros.
J.L.P.- Volviendo a la inflación de publicaciones, la mesa de novedades se come al fondo. La librería tienes que ponerla también en función de lo que la gente te pide, los autores que más te solicitan y el dejar tanto espacio a las novedades te come sitio al fondo, por lo que siempre estás en esa disyuntiva, pero hay que tener la cabeza bien templada y, aunque tengas miles de libros que no se mueven ni una vez al año debes mantenerlos, ahí se ve la raza del librero.
C.Q. Lo difícil es mantener el equilibrio. Mi librería es más grande y tengo más posibilidad es este aspecto, pero los libreros-libreros somos libreros de fondo. Integrar en ese fondo que va a perdurar en la librería los libros de novedades que van llegando es toda una ciencia.
M.J.P.- El mercado está tan dimensionado, en novedades y publicidad, sobre todo en narrativa, que él mismo se va comiendo. Estas navidades por ejemplo Babelia recomendó una serie de novedades, pero la propia voracidad de la novedad hizo que ya no estuviesen en las librerías. Los clientes que buscaban alguno de aquellos títulos no los encontraron en el mostrador. Ese es el problema. Los grandes grupos editoriales habían prometido que las novedades se iban a ajustar, pero no ha sido así.
“para potenciar la interactuación por el fomento de la lectura en Asturias habría que crear un Consejo del Libro”
María Jesús Polledo
J.L. Con ello entramos también en el tema de la distribución. En España funciona fatal, en mi librería vendemos también discos y yo ya los pido directamente a Holanda pues me sirven de un día para otro, cuando eso no sucede con el libro.
M.J.P.- La distribución mejora cuando se abandona la distribución a nivel provincial. Yo prefiero que me manden los libros directamente de Madrid o Barcelona que de Gijón.
C.Q.- Efectivamente, se evita un paso al pedir directamente a la distribuidora nacional, ahorrándose un tiempo importantísimo.
M.J.P.- No quiero negar la revolución del libro electrónico, pero las generaciones que crecimos utilizando el soporte papel seguiremos con este soporte. Yo creo -y a lo mejor estoy confundida- que no se va abandonar tan fácilmente. Quizás la librería deba transformarse…
J.L.A.-La librería tendrá que adaptarse y ahí una cosa muy importante es el olfato del librero, pero que la librería esté en riesgo no lo veo por ningún lado. Mientras haya tiendas en la calle habrá librerías.
C.Q.- Yo soy un poco más pesimista, y eso que por naturaleza soy optimista. Por un lado estoy de acuerdo conMaría Jesúsen que los que aprendimos a leer en el soporte de libro vamos a seguir leyendo en él, pero las generaciones inmediatamente manejan los elementos electrónicos con suma facilidad. Quizás se esté ralentizando más la entrada del formato electrónico por la indefinición en el control de los derechos. Aun está por resolver la parte legal, cómo va a influir en los autores, qué vais a hacer las bibliotecas, qué papel va a tener la librería, pues en el momento en que se descarguen los contenidos de la red no le encuentro función ni al bibliotecario ni al librero, el asesoramiento, bien, pero ya se encargará alguien de hacer publicidad y demás. Sí convivirán en un cierto tiempo los dos formatos, pero en mi opinión y con el tiempo, va a ser más residual el soporte papel contra el electrónico. Ya hay alguna comunidad autónoma que propone sustituir la subvención para la compra de libro de texto por la compra de un e-book, de manera que descarguen después los contenidos para cada curso. El libro electrónico va a llegar, la gran duda es hasta que punto vamos a perder su control las bibliotecas y las librerías.
M.J.P.-Yo de todas las maneras sigo pensando que el libro en soporte papel no va a llegar a desaparecer, se convertirá en un artículo diferente, es posible, pero no desaparecerá.
“tienes intentar personalizar tu librería, definir una línea y una personalidad con la que pueda identificarse tu cliente”
José Luis Álvarez
J.L.A.-¿Cómo veis el actual panorama literario asturiano, muy vivo, veo grupos que se están formando en Gijón, en las cuencas, en mi librería cuento con estantes dedicados exclusivamente a la literatura asturiana.
M.J.P.- Sí, pero no salen tantas grandes novelas a nivel nacional al año, entonces, vamos a ser críticos también con la producción de los autores asturianos y hagámonos la siguiente pregunta: ¿podéis decirme diez títulos importantes y de calidad en castellano y en asturiano? Yo puedo decir algunos, pero diez es imposible.
C.Q.- Desde luego en castellano yo creo que sí, en asturiano ya dudo más. Amigos libreros de otras Comunidades se sorprenden de la cantidad de autores que asturianos que editan fuera de Asturias, Hay unos cuantos que han pasado el Pajares, en ese sentido estamos viviendo un momento espléndido.
J.L- hay muchos autores y muy importantes que además empezaron en editoriales de aquí. Ya demás es buenos para Asturias, que haya reuniones, el más importante de todos los que han salido últimamente puede ser Ricardo Menéndez Salmón, pero hay muchos otros, como (los tres apuntan nombres) Eugenia Rico, Manuel García Rubio, Rafael Reig, Fulgencio Argüelles,Jesús del Campo, Olvido García Valdés, Xuan Bello…
M.J.P.- Y en asturiano? Yo no creo que por publicar mucho se enriquezca la literatura.
C.Q.- Yo soy defensora del asturiano, pero el paraguas de la subvención quizás sea dañino.
J.L.A.-Sí, tal vez gracias a ellas se llegan a publicar cosas que no hacen mucha falta.
M.J.P.- En cuanto a la presencia del libro en asturiano en las librerías, la verdad es que es complicado pues la realidad es que no hay demanda.
C.Q.- Para finalizar me gustaría que hablásemos de nuestro propia profesión de lo que significa para nosotros, pues a mí, aunque me ha llegado de forma heredada, es un trabajo que me apasiona.
M.J.P.- Yo antes que librera fui y soy lectora. No sé separar cuando fui una cosa y cuando soy otra. La librería me dio tantas cosas… estimuló mi curiosidad lectora hasta extremos insospechados, y sobre todo me ha dado unos amigos y un mundo que forma parte de mi vida. Salvo los amigos de los estudios, todos mis amigos proceden del mundo librero.
J.L.A.-Yo estudié algo que no tenía nada que ver con la literatura, empresariales. Y estuve trabajando en varios sitios relacionados con estos estudios pero monté la librería y lo doy todo por bueno. Es muy absorbente, pero para mí es una forma de vida, sé que es muy atada, que viajas menos y te mueves menos, el futuro lo veo también así, no me apetece ni jubilarme ni apartarme de ello, sé que pierdes otras cosas, pero estás siempre en librero. Viajas y vas a ver librerías, llega el domingo, en que no trabajas y te lo pasas revisando revistas y suplementos culturales. Es una forma de vida.
Concha Quirós. Librería Cervantes (Oviedo)
Recoge la herencia familiar librera iniciada por D. Alfredo Quirós en el año 1921, comenzando en la librería en 1957, recién acabada la carrera, cuando Cervantes era más papelería. Colaboró durante muchos años con su padre, que hasta su muerte -con noventa y cinco años-, se mantuvo al pie en la librería. Concha ha conseguido transformar aquella librería hasta llegar a ser una referencia de gestión a nivel nacional.
María Jesús Polledo. Librería Polledo (Oviedo)
Vinculada casi desde su nacimiento a la librería familiar, pasa a regentarla de forma habitual y continuada en el año 1969, transformando una librería que bajo gestión de su padre era fundamentalmente papelería. Ubicada en pleno casco antiguo ovetense, sus estantes cobijaron con orgullo los libros prohibidos por el franquismo; desde entonces sigue adaptándose a los tiempos y procurando mantener su espíritu independiente.
José Luis Álvarez. Librería Paradiso (Gijón)
Comienza su aventura librera en 1976 con una pequeña librería, al lado del cine de arte y ensayo Brisamar en Cimadevilla, vecindad que le permitió conseguir una clientela singular. Años después se traslada ala calle Merced, donde monta una librería de concepto, abierta, sin mostrador, al estilo de las librerías madrileñas Robinson o Visor. Era el mejor reflejo de una época contracultural, línea que ha sabido mantener hasta el día de hoy.