Quienes paseen estos días por la Plaza Porlier de Oviedo encontrarán que, junto a la estatua conocida como El Viajero que Eduardo Úrculo creó con el nombre de El Regreso de Williams Arrensberg, diversos paneles ocupan el espacio frente al Tribunal Superior de Justicia de Asturias y el Real Instituto de Estudios Asturianos bajo el título de Objetivo Doble Dos. Y ese nombre es guiño y juego pero también explicita: cada una de las obras supone, a su vez, dos creaciones que buscan dialogar entre sí en un viaje de ida y vuelta. Y hay dos firmas. Por un lado, la del fotógrafo, que escribe con imágenes lo que el texto de un autor ilustra. Del otro, el escritor que acepta el mismo reto para intentar enfocar lo que la fotografía describe. Y aquí, una doble dificultad: de las dos piezas que debe aportar cada literato, una ha de ser en prosa y otra en verso. Lo que en algunos de los casos supone una manifestación inédita hasta la fecha y todo un descubrimiento.
hay dos firmas. Por un lado, la del fotógrafo, que escribe con imágenes lo que el texto de un autor ilustra. Del otro, el escritor que acepta el mismo reto para intentar enfocar lo que la fotografía describe
Enmarcada dentro de las jornadas de Fotoviedopress 2013, la idea llevaba gestándose varios meses y, por ahora, ha fraguado en una colaboración insólita entre veinte escritores asturianos y otros tantos fotógrafos. Pero aún habrá más. Más autores y más proyecto porque el destino final de estas creaciones está en las páginas de un libro. De esta manera, lo que comenzó como una iniciativa del escritor Rubén Rodríguez y el fotógrafo Pablo Lorenzana, de manera altruista y con el único -y más que loable- interés creativo, ha terminado superando todas las expectativas por la estupenda acogida que ha tenido entre todas las partes: “En el otoño de 2012, entre sidra y sidra, se fraguó la idea del presente proyecto: poner a trabajar a un equipo de cinco escritores y cinco fotoperiodistas asturianos por el simple placer de crear y disfrutar del proceso creativo. Eso sí, serían necesarias unas pequeñas normas para que el Objetivo Doble Dos pudiera llevarse a cabo con éxito. Así, deberían formarse parejas, integradas cada una por un escritor y un fotógrafo; la temática sería libre pero el avatar creativo determinaría el resultado. Uno de los integrantes mandaría su mensaje o pequeña obra artística —artefacto literario o imagen fotográfica— y, a partir de ahí, el compañero daría la respuesta según el siguiente esquema: foto-relato; poema-foto. Como vemos, cada escritor tendría que desarrollar dos obras diferentes: un microrrelato y un poema. Y la última característica significativa de dicho objetivo artístico estaría constituida por el concepto de ida y vuelta, de modo que si el fotógrafo comenzase el reto, el escritor debería completar el trabajo y además mandar un nuevo texto para que a su vez el primero rematara la jugada creativa. Imagen y fotografía fusionadas en un todo: una pareja y dos nuevos artefactos artísticos”.
una colaboración insólita entre veinte escritores asturianos y otros tantos fotógrafos. Pero aún habrá más. Más autores y más proyecto porque el destino final de estas creaciones está en las páginas de un libro”
Partiendo de esas cinco parejas, un año más tarde la cifra alcanza los cuarenta creadores que pueden verse en esta muestra: “Visto el resultado, nos atrevemos a afirmar que esta exposición, en la que ahora se presentan por primera vez gran parte de dichos trabajos, supone una pequeña muestra representativa de la notable actividad artística que se está desarrollando en nuestra región a pesar de la crisis y la inactividad de instituciones y organismos públicos”. Dicha actividad creadora, constatada y alentada por esta colección que podrá verse en el corazón de Oviedo hasta el día 23 de noviembre bajo un título que rinde homenaje a la novela Operación Doble Dos, del escritor y cineasta asturiano Gonzalo Suárez, ha cumplido su primer objetivo sin dejar de caminar hacia el próximo paso. Así, a los nombres de escritores como Rubén Rodríguez, Manolo D. Abad, Ernesto Colsa, Victoria Sánchez, Dani Tritón, Víctor González-Quevedo, Mónica Rodríguez, Natalia Menéndez, Susana del Llano, Julio Rodríguez, Santiago Bertault, Aníbal del Valle Uría, David Orihuela, David Fueyo, Lauren García, Victoria Bardot y Chus Fernández; y de fotógrafos como Pablo Lorenzana, Álex Piña, Mario Rojas, Álex Zapico, Fernando Robles, Irma Collín, Iván Martínez, Jesús Díaz, Juan Menéndez, Luisma Murias, Mara Villamuza, Marcos León, Miki López, Tania Juan, Tuero y José Vallina, entre otros, se sumarán nuevas rúbricas de cara al volumen que se está preparando con un fin encomiable: “Potenciar la interpelación entre la imagen y la literatura jugando con un pequeño grupo formado por parejas para, en la suma del anverso y el reverso, conseguir la moneda creativa perfecta”.
Fotografías: Pablo Lorenzana
(14 de noviembre de 2013)