Julio Llamazares protagonista del V Encuentro de Clubes de Lectura

El pasado sábado, 14 de marzo, tuvo lugar el V Encuentro de Clubes de Lectura de las Biblioteca Públicas de Asturias, organizado por el Grupo de Trabajo de Animación a la Lectura en colaboración con el Ayuntamiento de Langreo y la editorial Alfaguara.

Más de quinientos cincuenta participantes ocuparon sus asientos en el Nuevo Teatro de La Felguera, algunos con sus libros bajo el brazo y todos con un marcapáginas cuyo diseño unía el mundo de la lectura con la mina, en homenaje al Ecomuseo Minero del Valle de Samuño.

Lectores componentes de los clubes de lectura de las bibliotecas de Allande, Cangas del Narcea, Carreño, Castrillón, Colunga, Gijón, Gozón, Grado, Langreo, Las Regueras, Laviana, Llanera, Mieres, Navia, Noreña, Oviedo, Pravia, Ribera de Arriba, Siero y Tineo se reunían en torno a Julio Llamazares, uno de los escritores más sólidos y consecuentes de la literatura española actual.

Tanto los asistentes como el autor fueron recibidos por el teniente alcalde de Langreo, José Manuel Álvarez Gutiérrez quien celebró la presencia de Julio Llamazares y Cristina Jérez, coordinadora del Grupo de Animación a la Lectura, quien reseñó la importante labor que llevan a cabo las bibliotecas y los bibliotecarios en estos tiempos de recortes. Asimismo, nuestra compañera Araceli Fernández Rojo, bibliotecaria de Riaño, fue la encargada de presentar al escritor leonés haciendo un breve repaso a su trayectoria literaria.

Toda la obra de Llamazares ha ido creciendo a la sombra de una indeclinable vocación poética. Empezó su carrera con la publicación de dos bellos libros de poesía: La lentitud de los bueyes (1979) y Memoria de la nieve (1982),  reunidos junto con otros poemas en la obra Versos y ortigas (2009). En el apartado de narrativa destacan: Luna de lobos (1985), La lluvia amarilla (1988), Escenas de cine mudo (1994), En mitad de ninguna parte (1995), Tres historias verdaderas (1998), El cielo de Madrid (2005), Tanta pasión para nada (2011), Las lágrimas de San Lorenzo (2013), finalista del Premio de la Crítica de Castilla y León y Distintas formas de mirar el agua (2015). Junto a ellos ha publicado libros de viajes: El río del olvido (1990), Trás-os-montes (1998), Cuaderno del Duero (1999) y Las rosas de piedra (2008), guiones cinematográficos: Retrato de un bañista (1984), Luna de lobos (1987), El techo del mundo (1995) y Flores de otro mundo (1999) y siete ensayos con recopilaciones de artículos de prensa.

El escritor nacido en Vegamián, un pueblo leonés anegado en los sesenta por la construcción del pantano del Porma, apenas tiene recuerdos de sus primeros años porque se marchó de allí cuando tenía dos. Pero tuvo la oportunidad de volver con 28 años cuando vacían el pantano para realizar una revisión técnica y el panorama que contempló fue “un mar de lodo, un escenario dantesco”.

Las palabras del escritor fueron complementadas con una visualización de un pequeño documental de TVE que recoge un reportaje realizado en los años sesenta poco antes de la inundación de los pueblos, con entrevistas a algunos de sus habitantes, y unas imágenes de la primera vez que fue vaciado, en pleno invierno, en los años 70.

A lo largo de casi hora y media Julio Llamazares respondió a cada una de las cuestiones planteadas por los miembros de los clubes de lectura, en su mayoría mujeres.

Así habló de la técnica y del proceso de la escritura “yo escribo lo que me piden el cuerpo y el alma, por eso tardo tanto”, destacando que no se sienta delante de un papel en blanco, las historias le llegan  “por la calle dando un paseo, en el tren” y “escribo con la cabeza, otra cosa es el instrumento que utilice” el bolígrafo o el ordenador.

Considera al escritor el oficio más solitario de las artes tradicionales, el músico, el pintor, el actor e incluso el arquitecto pueden comprobar la reacción del público en un concierto, un museo, un teatro o contemplando un edificio. El autor es “un náufrago que escribe mensajes, los mete en botellas que lanza al océano y no sabe ni a quién va a llegar, ni cómo lo va a recibir”. Solo en actos como en éste  se produce el dialogo del autor con su lector y dijo sentirse “como un político en un mitin con tanto público”.

A continuación habló de los distintos temas que ha ido desarrollando en su obra: la influencia de la memoria, el paisaje que “nos refleja, nos modela y nos articula“, la reflexión sobre el éxito y el fracaso, la soledad (su postura ante la vida “todos estamos muy solos”) y el desarraigo.

Hizo hincapié en que vivimos en una sociedad en la que nos educan para triunfar y no tanto para ser felices. Resaltó la importancia de la cultura como un bien de primera necesidad y la base de la vida, es la que nos forma para tener un pensamiento crítico y la capacidad para relacionarse con el medio y tener una visión global del entorno en el que se vive.

Cerró su intervención con una frase muy pertinente para todos los asistentes, lectores y bibliotecarios, que leyó en una visita a la biblioteca del Monasterio de la Vid (Burgos) “en las bibliotecas nos hablan las almas de todos los muertos“.

Después vino la firma de libros por parte del escritor y con una comida de hermandad en el LangreHotel se cerró este encuentro.

 

(17 de marzo de 2015)

Otros artículos en esta sección...

Compartir

Sobre el autor

Red de Bibliotecas Públicas del Pdo. de Asturias