Los javaneses
Jean Malaquais
Trad. de Emma Álvarez
Hoja de Lata
304 págs.
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A finales de los años treinta, en la Costa Azul francesa, un florido repertorio de parias de la tierra se desloma en unas minas de plomo y plata: alemanes huyendo del Führer, españoles e italianos antifascistas, rusos, armenios, polacos, argelinos… un elenco de desahuciados, extranjeros perseguidos, sin documentos y al margen de la Policía, sin otra salida que aferrarse a la mala paga y pésimas condiciones del pozo que les da trabajo. Son Los javaneses, como despectivamente llama la población local a esos apátridas y emigrados que confluyen en la mina.
En la Isla de Java, como despectivamente llaman los franceses al poblado minero, la vida es dura, pero las pequeñas distracciones —el burdel de Estève, con sus impolutas pupilas, la taberna de la xenófoba señora Michel o los chismorreos de las mujeres junto a la fuente— aligeran la vida de sus javaneses. Ahí están también la trompeta del negro Hilary Hodge, las ocurrencias de la supuesta hija perdida de los zares de Rusia o los tesoros escondidos de Sofía Blutova, hechicera de la Isla. Los torpes gendarmes locales andan tras la pista de «un tal Stalin», y míster Kerrigan, el enchufado director de la mina, está muy ocupado jugando al solitario.
Los javaneses es una divertidísima novela coral en la que Jean Malaquais despliega todo su ingenio, ironía y acidez para hacernos reír mientras nos muestra las condiciones de vida de la clase obrera a principios del siglo XX. Una exquisita tragicomedia galardonada con el Premio Renaudot en 1939.
León Trotsky elogió en su día la novela por la gran calidad literaria y verosimilitud con la que el autor perfila a los personajes, masa coral sin protagonistas destacados, carentes de la épica o el pathos de otros autores de supuesto realismo como Zola. Malaquais se las apaña, no obstante, para mantener el pulso argumental recurriendo incluso a situaciones cómicas que alivian el dramatismo del escenario de la mina.
Obra olvidada en el universo literario en lengua francesa, Los javaneses sin duda merece la oportunidad de ser descubierta y apreciada por el público lector en castellano.
«Jean Malaquais, un escritor francés desconocido para mí me hizo llegar un libro enigmáticamente titulado, Les Javanais. [...] el autor es joven y apasionadamente enamorado de la vida. Pero sabe ya cómo mantener la indispensable distancia artística entre la vida y él; una distancia suficiente para impedirle sucumbir a su propia subjetividad —León trotsky, en «Un joven gran escritor. A propósito de Les Javanais, de Jean Malaquais», 1939.