Los olvidados #5: ¡Espérame en Siberia, vida mía!

¡Espérame en Siberia, vida mía!

Enrique Jardiel Poncela

Cátedra

496 págs.

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Este libro es, como anuncia su subtítulo, una “Novela de aventuras” con viajes desesperados, de huida permanente, sembrados de sobresaltos. También es una novela de amor, aunque con menor grado de erotismo que otras obras de Poncela. Amor y humor sirven una vez más a Jardiel para comunicar, además de entretener, al lector su visión pesimista del mundo, la amargura de las relaciones amorosas, su desilusión ante la vida con un final inesperadamente trágico.

Mario Esfarcies, un joven adinerado es diagnosticado como enfermo de cáncer. Ante el temor a morir entre los sufrimientos de la enfermedad, decide suicidarse, haciendo testamento en favor de su mejor amigo. Como no tiene valor para quitarse la vida contrata a un asesino que deberá matarle. El amigo, futuro heredero, aumenta la prima del asesino para que acelere el “trámite”. Pero Mario decide que no quiere morir y huye, citándose con la mujer amada en Siberia. La persecución continúa por las principales capitales europeas hasta conducirnos a un final del todo inesperado… Divertidísima, innovadora, hilarante…  y con cierto tono de amargura, es una de las obras cumbre de su autor.

 

Enrique Jardiel Poncela (Madrid, 1901 – 1952) Dramaturgo y novelista español. Partió de una literatura de raíces vanguardistas, y fue el renovador de la comedia y la narración humorística. Se dio a conocer a través de colaboraciones en la revista La correspondencia de España y en diversos diarios. Su obra, de profunda inspiración vanguardista, supone una nueva orientación del teatro de humor, de la que también son representantes autores como Antonio de Lara,Tono; E. Neville y J. López Rubio.

Antes de la Guerra Civil estrenó, entre otras piezas,Usted tiene ojos de mujer fatal (1933), Angelina o el honor de un brigadier (1934), Un adulterio decente(1935) y Cuatro corazones con freno y marcha atrás(1936), en las que a través de una comicidad desorbitada buscaba la sorpresa y el desconcierto del público. En sus novelas de esta etapa emplea como recurso primordial la caricatura de personajes y ambientes, así como un lenguaje certero y brillante en el que se aprecia el magisterio de R. Gómez de la Serna. Así se comprueba en Amor se escribe sin hache(1929), Espérame en Siberia, vida mía (1930) Pero… ¿hubo alguna vez once mil vírgenes? (1931) y La tournée de Dios (1932).

Su propósito fue desterrar al olvido el anticuado humorismo costumbrista hispánico, y aprovechar las infinitas posibilidades de lo inverosímil y lo fantástico. Por ello, no es de extrañar que sus estrenos desencadenasen grandes polémicas y que la crítica, en su mayor parte adversa, le reprochase sus apresurados desenlaces, en los que se veía obligado a hacer creíbles los brillantes y desquiciados planteamientos previos.

En la posguerra continuó escribiendo comedias con el mismo tratamiento paródico, cercano a la farsa, traspasado a veces por un amargo escepticismo, fruto de su temperamento pesimista. Entre los títulos de este período destacaron Un marido de ida y vuelta(1939), Eloísa está debajo de un almendro (1940), Los ladrones somos gente honrada (1941), Los habitantes de la casa deshabitada (1942) y El sexo débil ha hecho gimnasia (1946). Sus Obras completas vieron la luz en 1958, y en 1977 apareció la mayor parte de su Obra inédita.

(Biografía extraída de Biografias y Vidas)

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Sobre el autor

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