Recomendado por:
Mila García Pérez / Biblioteca Jovellanos de Gijón
Paradero desconocido
Kressmann Taylor
RBA Libros
81 págs.
///
“En forma epistolar y en poco más de ochenta páginas de gran intensidad, leemos la correspondencia entre dos amigos, el alemán Martin Schulse y el judío Max Eisenstein que trabajan juntos en el mercado de obras de arte en California. Con estas cartas el lector se sitúa como testigo directo de la transformación de aquella sociedad alemana en la que Hitler prometía la felicidad general a bajo precio: “Deben sufrir unos pocos para que se salven millones”.
La autora nació en Portland, Oregón. Su nombre de soltera era Katherine Kressmann. Graduada por la Universidad de Oregón, trabajó como publicista mientas escribía para algunas revistas literarias. Ya casada con Elliot Taylor que trabajaba como editor, Katherine escribe este relato Que aparece publicado en la revista Story. Cuenta su hija que su padre junto al editor Burnett pensaron que la historia era demasiado dura para aparecer firmada por una mujer y asignaron a su madre el seudónimo literario de Kressman Taylor, nombre literario que ella aceptó y conservó el resto de su vida. En 1939, Simon & Schuster imprimieron Paradero desconocido en formato libro y vendió cincuenta mil copias – un número increíble en aquellos años.
Así contaba Katherine Kressmann las razones que le llevaron a escribir este libro: “Poco antes de la guerra, unos amigos alemanes-cultos, intelectuales, de buen corazón– regresaron a Alemania después de haber vivido en Estados Unidos. En muy poco tiempo se convirtieron en nazis acérrimos. Se negaban a escuchar la menor crítica contra Adolf Hitler. Durante una visita a California se encontraron en la calle con un íntimo y viejo a migo judío. No le dirigieron la palabra. Me pregunté cómo podría ocurrir semejante cosa. ¿Qué los había llevado a ese grado de crueldad? Empecé a analizar documentos sobre Hitler, a leer sus dicursos y los escritos de sus consejeros. Lo que descubrí fue aterrorizador. Me preocupaba sobre todo que en Estados Unidos nadie parecía tener conciencia de lo que pasaba en Alemania (…)”
Después de la guerra Paradero desconocido cayó en el olvido hasta que en 1995 Story Press lo reeditó para para conmemorar el cincuenta aniversario de la liberación de los campos de concentración. Al año siguiente murió Katerine pero con la satisfacción de ver este libro reconocido como un clásico en la literatura estadounidense.”