Septem nació con una clara vocación universitaria hace más de una década y aunque sigue siendo una de las editoriales más importantes en cuanto a publicación de trabajos científicos y de investigación, tanto a nivel regional como nacional -y ahora con presencia incluso en Latinoamérica-, su faceta literaria ha ido creciendo cada vez más gracias a su inquietud por fomentar la narrativa. Con este objetivo convoca periódicamente dos importantes certámenes de narrativa: el Premio Letras y el Premio Ciudad de Noega, éste último en colaboración con la Universidad de Oviedo.
Autora de obras como Fiscalidad ambiental autonómica, La Europa social y Economía ambiental: teorías y política, su corazón de economista fue, sin embargo, el que la impulsó a crear en Asturias una editorial especializada en publicaciones de carácter universitario que permitiera el acceso a trabajos especializados, hasta entonces restringido a ciudades como Madrid y Barcelona, en el resto de comunidades autónomas. Aunque su profesión primera siga muy presente en ella, Marta Magadán se ha convertido en una de las editoras más sólidas, no sólo del Principado, sino que su inquietud la ha llevado a hacerse un importante hueco en España y a dar el salto más allá del Atlántico, sin miedo a los riesgos, de los que siempre sale bien.
Con una trayectoria así, el balance de estos diez años de aventura editorial no puede ser menos que “buenísimo”, lo que le hace preguntarse por qué no empezó antes con esta empresa que tan buenos resultados está dando. Incluso a pesar de las dificultades de partida: un ciclo económico no expansivo para el mundo editorial, la irrupción de las nuevas tecnologías y una encrucijada de cambios aún sin clarificar.
Actualmente su fondo editorial supera los trescientos títulos y cada año pone en las librerías una media de veinticinco a treinta nuevos volúmenes. Sigue siendo una editorial especializada, como lo demuestra el que un 80% del material que publica sea de carácter universitario y el resto se reparta entre narrativa, poesía y ensayo.
En contra de la idea de que en este país se lee poco, Septem demuestra que una editorial es un buen negocio en el que, además, caben los best-sellers. Y como prueba, ahí está Parte de posguerra, una novela de Luis Arias Argüelles-Meres que suma cinco ediciones en cinco meses, en la que un maestro republicano, ante la propaganda de los llamados veinticinco años de paz que se celebran en 1964, decide dar cuenta de su vida y de sus circunstancias, explicando su tiempo y explicándose también a sí mismo.
Septem ofrece, entre otras, firmas literarias como la de Saúl Fernández, Diego Medrano, José María Fraguas de Pablo, Xuan Xosé Sánchez Vicente, y Manuel Herrero Montoto, sin renunciar a los ensayos prácticos y amenos como sus últimos éxitos: ¿Alguien me puede decir dónde puñetas están mis maletas?, de Braulio Antuña Suárez, donde se ofrece, desde un punto de vista pedagógico y divertido, información sobre los derechos de los pasajeros aéreos a través de anécdotas, divertidas y no tan divertidas, de diferentes personas en los controles de los aeropuertos; y Turismo literario, escrito por la propia editora en colaboración con Jesús I. Rivas García, que despliega las muchas posibilidades de inspirarse en lecturas clásicas y modernas para organizar un viaje. También caben los nombres que empiezan a hacerse famosos tras pertenecer a la nómina de Septem y de ganar, como en el caso de la periodista y escritora Sonsoles Ónega, la tercera edición del Premio Letras de Novela Corta con su obra Calle Habana, esquina Obispo, un retrato de la realidad cubana en los años noventa que lucha contra la anestesia de la memoria que fue recibido de modo excelente por el público.
Economista por vocación y editora por accidente, en su faceta como escritora, tanto de trabajos científicos sobre fiscalidad ambiental, tema en el que se ha especializado, como en ensayos sobre esa nueva variedad de turismo a golpe de novela, quizás se fusionen las dos caras de Marta Magadán como Septem ha conseguido fusionar las dos principales ramas del saber, ciencias y letras, en una resistente y perfecta aleación.
Para la editora, un libro es mucho más que un producto de consumo, es un bien que perdura más allá del tiempo y que lleva una carga de sabiduría y civilización que hay que difundir. En esa concepción se enmarca su decisión de potenciar las secciones de ensayo, narrativa y poesía, porque “tenemos que devolver a la sociedad con estas publicaciones lo que obtenemos de otros trabajos”, explica Magadán, y potenciar la narrativa es un modo excelente de aprovechar “el gran sustrato literario que hay en Asturias”.
La proyección nacional e internacional de algunos de sus volúmenes la lleva, además, a rechazar la opinión de que la edición de libros asturianos no traspasa las fronteras del Principado. “Cuando una novela tiene tirón, también se vende a nivel nacional”. Además, está convencida que la labor editorial que se lleva a cabo en Asturias “es de gran calidad y no tenemos nada que envidiar a cualquier empresa del sector en todo el país, tanto en la forma como en el fondo”. Quizás sólo el miedo de aventurarse fuera frena alguna iniciativa, a pesar de que “somos un sector totalmente consolidado”. Una situación que conoce de primera mano tras haber presidido durante más de tres años el Gremio de Editores de Asturias, que reúne a la mayoría de las empresas editoriales de la comunidad, y haber pertenecido a la Junta Directiva de la Federación del Gremio de Editores de España.
Septem no descansa. Entre sus iniciativas más novedosas destacan la creación de un nuevo sello editorial, Coolbook, que publica libros de bolsillo a precios muy asequibles con el fin de acercar la literatura a un mayor número de lectores; y la edición personalizada, que pone el fondo de la editorial al completo a disposición de sus clientes, de modo que se pueda individualizar la portada o el interior del libro con publicidad, dedicatorias, etc.
Esa inquietud es la que ha llevado a su directora y propietaria a aprovechar la marea de los libros digitales en lugar de enfrentarse a ella. “Septem lleva trabajando con el libro electrónico desde el año 2002 a través de una plataforma norteamericana, así que el e-book es algo que no me resulta ajeno”, explica Magadán, para quien este tipo de soporte “será un complemento, pero nunca un sustituto del libro en papel”. La irrupción de las nuevas tecnologías “lo que ha hecho ha sido romper la cadena tradicional del libro, de editor, distribuidor y librero de modo que te puedes saltar el paso dos y tres, pero lo que nunca va a desaparecer es el editor”.
La aventura americana es el último proyecto de Septem, con su reciente desembarco en México, donde comercializa ya su línea universitaria en un mercado potencial de noventa millones de clientes y con autores del propio país.
(Publicado en Biblioasturias 19)