Shadows in the night
Columbia Records, 2015
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Es el trabajo de estudio número 36 del músico estadounidense Bob Dylan y el primero con material nuevo desde que el artista publicara en 2012 el exitoso Tempest.
Shadows in the Night incluye diez baladas grabadas por Frank Sinatra entre finales de la década de 1950 y comienzos de la siguiente. Las canciones fueron seleccionadas en un periodo en la carrera de Sinatra en la cual estaba grabando álbumes temáticos que exploraba emociones sobre la separación y las rupturas, tales como Where Are You? (1957), que incluyó cuatro de las canciones de Shadows in the Night, No One Cares (1959) y All Alone (1962). La mayoría de las canciones son clásicos del Tin Pan Alley, desarrolladas con un medio tiempo que «a menudo se deleitan en la melancolía» y comunican una sensación de soledad. Los arreglos se centran en la voz de Dylan apoyada por el pedal steel guitar de Donny Herron y el bajo de Tony Garnier. La intención de Dylan, sin embargo, no era grabar una mera colección de versiones o un tributo a Sinatra. En un comunicado, el músico comentó: «No me veo versionando estas canciones de ninguna manera. Han sido suficientemente versionadas. Lo que yo y mi banda estamos haciendo básicamente es “desversionarlas”. Llevándolas fuera de la tumba y atrayéndolas a la luz del día».
En su reseña para The Telegraph, Neil McCormick describió el álbum como «bastante magnífico» y «escalofriante, agridulce, conmovedor» y «con la mejor voz de Dylan en veinticinco años». McCormick elogió la voz «delicada, tierna y precisa» de Dylan que, de alguna manera, «se centra en las canciones, apremiando a los oyentes a hacer frente a su mundo interior de una manera que la hermosura pueda disfrazar». McCormick señaló también que las canciones están «perfectamente situadas en arreglos simples pero aun así inspirados» que reemplazan las orquestas tradicionalmente nostálgicas con «pedal steel guitar lloronas, contrabajos gentilmente recortados, un oleaje de instrumentos de vientos y las insinuaciones más ligeras de hi hats». McCormick concluyó la crítica diciendo: «[Dylan] toma un hermoso material escrito por grandes como Rodgers y Hammerstein y los habita por completo, reimaginando “Some Enchanted Evening” con la nostálgica intimidad de una persona mirando a través de las brumas del tiempo».
Se trata en definitiva de un disco brillante en el que Dylan ha encontrado una manera de dar vida nuevamente y una importancia contemporánea a estas canciones de Sinatra.